Se agradece que cuando vas a la presentación de un nuevo modelo, en este caso el Audi A5 de nueva generación, tengas a tu disposición toda la gama mecánica para testearla.
Así que después de ponernos al volante de sus versiones gasolina y diésel ‘normales’, nos sentamos en el asiento deportivo del S5, que cuenta bajo su capó delantero con un propulsor 3.0 V6 turbo con 367 CV. Y asistido por un sistema de hibridación ligera de 48V, que le otorga la etiqueta ECO para su parabrisas.
Bien, comencemos por lo más doloroso: cuánto cuesta. 90.940 euros y 2.350 euros más si optas por la carrocería familiar Avant, que aporta un maletero sensiblemente más grande. Es caro, pero tampoco te creas que es tanto si lo comparas con las diferentes alternativas que te ofrece el mercado, incluso cruzando segmentos de cualidades más o menos similares.
Con esos 367 CV y 550 Nm de par, que se trasladan a las cuatro ruedas a través de una caja de doble embrague y siete velocidades, puede acelerar de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos. Homologa un gasto de combustible de 7,6 L/100 km.
Honestamente, en condiciones muy favorables tendrías que conducir para lograrlo, pero moverte por debajo de 10 litros cada 100 km es perfectamente viable, lo cual es un fantástico dato si tenemos en cuenta el poderío mecánico que hay.
También hay un diferencial central autoblocante para bloquear el reparto de par entre los dos ejes, así como un diferencial trasero deportivo compuesto por un par de embragues multidisco que reparten el par entre las dos ruedas.
Y es efectivo, el S5 de nueva generación tiene el feeling de los últimos productos deportivos ‘no RS’ de la marca de los cuatro aros, con mucha tracción pero al mismo tiempo con cierta liviandad atrás, no mucha pero sí lo suficiente, para aprovechar el minúsculo deslizamiento del eje trasero en tu beneficio.
Correr corre mucho pero es que además, en su configuración ‘soft’, es incluso cómodo y perfectamente utilizable en el día a día. No es un deportivo categórico, sino una versión rápida y exclusiva de un modelo premium.
El tacto de la dirección, de los pedales… todo está ponderado con detalle. Es un placer conducir el Audi S5, ciertamente.
Y si vas en ‘modo ataque’, entonces te encontrarás una suspensión tan bien puesta a punto que parece que los cuatro amortiguadores están interconectados entre sí por algo más allá de la electrónica. Como decíamos, tracciona de cine, cambia de dirección con absoluta presteza y no exhibe ningún movimiento errático que pueda indicar que este chasis no está a la altura.
Esto está muy, pero que muy bien hecho… Y es válido tanto para quien busque un deportivo discreto y polivalente como para quien demande un coche con determinadas cualidades como vehículo familiar pero que, al mismo tiempo, su conducción tenga su gracia.
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