Ya está aquí el Hummer del futuro, y se llama Cockerill i-X

Pablo J. Poza
Pablo J. Poza
Si el Humvee fabricado en los años 90 por AM General supuso una revolución entre los vehículos todoterreno militares, el Cockerill i-X pretende repetir la jugada 30 años después para convertirse en un verdadero game changer.

No tiene nada que ver con BMW, a pesar de lo que su nombre pueda sugerir. Tampoco es la nueva generación del Odyssey 21 del Extreme E ni un buggy de raids destinado a luchar por la victoria en el rally Dakar, si bien su carrocería sigue las líneas de modelos como el BRX Hunter o el Century CR-6. Pero lo mejor de todo es que no parece lo que sí es: un vehículo militar. No lo parece al menos si lo ves con la torre de combate abatida (una de las primicias de este vehículo, por supuesto patentada), perfectamente integrada en la carrocería de un todoterreno cuyas líneas sugieren velocidad y aventura.

Se llama Cockerill i-X, y antes de hacer algún chascarrillo con su nombre debes saber que su fabricante, John Cockerill Group (antiguamente Cockerill Maintenance & Ingénierie o CMI) es una poderosa empresa de ingeniería mecánica que factura 660 millones de dólares anuales diseñando, desarrollando y fabricando maquinaria para plantas siderúrgicas, equipos industriales de recuperación de calor y calderas, locomotoras y diversos equipos militares, entre los cuales se encuentra este futurista sucesor del Humvee y algo que ha revolucionado las misiones militares y que tiene una relación directa con este vehículo: el casco inteligente.

El i-X es una mezcla de todoterreno de raids y caza de combate

Lo novedoso del Cockerill i-X es que se trata de un tipo de vehículo militar que hasta ahora no existía, como ocurrió en los años con el Humvee (la versión militar del Hummer H1). Según lo definen sus creadores es “un interceptor de tierra” (de ahí la ‘i’ de su nombre) con un “sistema de armamento modular” (de ahí la ‘X’). La idea es aplicar la filosofía de un caza de combate pero en un vehículo todoterreno en lugar de en una aeronave: un vehículo pensado para llegar a donde sea en el menor tiempo posible y de la manera más discreta posible, destruir, y volver.

Cockerill i-X
Cockerill i-X

Tanto el interior como la silueta lateral parecen más propios de un 4x4 de competición que de un vehículo militar.

Para ello, su fabricante asegura que el vehículo es capaz de moverse a muy altas velocidades en carretera y fuera de ella (unas líneas más abajo tienes los datos más precisos), utilizando un sistema de propulsión térmico o híbrido, además de ser ligero y sigiloso. Para lograr pasar desapercibido, dispone de camuflaje adaptativo y modificación de la firma infrarroja y acústica, con todo tipo de sensores y cámaras. Y, de hecho, los sistemas del vehículo se integran perfectamente con el casco inteligente de su piloto y su artillero (el i-X es biplaza). Además, cuenta con un variado armamento (25 mm, 30 mm, misiles, cohetes, etc.), dependiendo de la amenaza que deba ser neutralizada, y está diseñado para poder actualizarse e integrar nuevas generaciones de armas.

Huelga decir que es fácilmente transportable por aire (avión y helicóptero), por mar y tierra, y que puede lanzarse en paracaídas sobre el terreno donde se encuentre su misión. Y, para terminar, te dejamos con un vídeo en el que puedes ver este “interceptor 4×4” más en detalle y con algunos datos del vehículo.

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El Cockerill i-X, en breve

  • Velocidad máxima en tierra: 200 km/h.
  • Velocidad máxima en dunas: 160 km/h.
  • Aceleración 0-100 km/h: 6,0 s.
  • Potencia máxima sistema híbrido: 800 CV.
  • Potencia máxima motor térmico: 750 CV.
  • Frenada de 100 km/h a 0 km/h: 40 m.

 

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