La utilización masiva de fibra de carbono lleva varios años popularizándose en la fabricación de coches con fines prestacionales. El hecho de que ayude a ahorrar un buen ´puñado´ de kg en el peso total del conjunto es una gran baza a favor para conseguir un mejor comportamiento y, por tanto, aumentar sus cifras de aceleración, recuperaciones y velocidad máxima, entre otros. Sin embargo, la marca alemana BMW va a dejar de utilizar la fibra de carbono en la elaboración de un componente de los modelos M3 y M4.
Se trata del eje de transmisión construido hasta ahora en este material y que desde noviembre de este mismo año pasará a ser de un acero de alto rendimiento que, a buen seguro, aumentará -ya sea mucho o poco- el tonelaje de esta pieza. La razón para adoptar este cambio es, según el propio fabricante esta modificación se debe a la necesidad de cumplimiento para con las futuras y restrictivas normativas de emisiones y leyes anticontaminación. Pero, ¿qué tiene que ver eso con un componente como el eje de transmisión? -te preguntarás-. La respuesta es más sencilla de lo que parece.
Al parecer, el tamaño del eje de transmisión de acero será sensiblemente inferior al fabricado en fibra de carbono. Este espacio extra que deja la nueva pieza servirá para poder instalar un nuevo filtro de partículas que permitirá emitir menos contaminación a la atmósfera. Así es, BMW instalará un filtro de partículas en coches con un motor de gasolina, una posibilidad que cada vez es más creciente y que ya te adelantábamos a finales del año pasado. Aun así, desde BMW apuntan a que este cambio se encuentra en fase de desarrollo, por lo que, a pesar de ser algo seguro, todavía tardará un tiempo en llevarse a cabo.
En cualquier caso, desde la propia marca apuntan a que el comportamiento del vehículo o parámetros como el consumo o la dinámica de conducción no se verán afectados en ninguno de los dos modelos.