Se trata de un Gran Sport Vitesse, es decir, la correspondiente a la carrocería descapotable de esta bestia de 16 cilindros, 1.200 CV, 1.500 Nm de par máximo y que acelera de 0 a 100 km/h en 2,5 segundos y que alcanza una velocidad máxima de 431 km/h.
No obstante, antes de que esté aparcado en su casa, la marca francesa mostrará dicha unidad, de la cual no se ha hecho público su precio –pero que seguramente supere los dos millones de euros-, en el próximo Salón de Ginebra.
En sus 10 años de historia Bugatti ha creado 450 unidades, de las cuales 300 han sido coupés y 150 descapotables ya sea en sus configuraciones estándar -987 CV- o Super Sport -1.200 CV-, pero lo cierto es que en esta década «el Veyron se ha convertido en un icono del automóvil», tal y como afirma el presidente de la compañía, Wolfgang Dürheimer.
Ahora sólo queda esperar a ver cuál será la siguiente obra maestra que salga de su fábrica.
