La Fórmula 1 se prepara para un cambio de reglamento que cambiará radicalmente el orden la actual parrilla. Antes del GP de Canadá, la FIA (Federación Internacional de Automovilismo) ha hecho públicos los cambios que introducirán los monoplazas a partir de 2026.
A nivel visual, el cambio más reseñable se encuentra en la zona del alerón delantero, que recuerda al de la temporada 2005 en la que Fernando Alonso se proclamó campeón del mundo de Fórmula 1. Además, se eliminan los deflectores de los neumáticos delanteros.

En cuanto a funcionalidad, la mayor modificación aparece con la eliminación del DRS. En cambio, se introducirá el modo override, que aportará una energía extra al piloto perseguidor cuando se acerca al coche de delante. En este caso, el coche de detrás podrá hacer uso de la potencia máxima del MGU-K (parte eléctrica de la unidad de potencia). Este nuevo modo recuerda en cierto modo al push to pass utilizado en los monoplazas de la IndyCar.
La nueva Fórmula 1: adiós efecto suelo, hola aerodinámica activa
Otra modificación de peso es la considerable introducción de la aerodinámica activa, que se ve reflejada en la parte trasera del coche y que será clave en los adelantamientos. El alerón trasero será activo y contará con tres elementos con placas terminales simplificadas. Además, se elimina el alerón de la viga inferior.
Una de las mayores críticas de los actuales coches de Fórmula 1 es su tamaño, lo que se refleja en la menor cantidad de adelantamientos que se realizan en cada gran premio. Por ejemplo, en el caso concreto de Mónaco, sobrepasar a otro piloto se antoja prácticamente imposible. De hecho, hace tan solo dos semanas se pudo disfrutar en Montecarlo de únicamente dos rebases.
Por esta razón, los nuevos monoplazas de Fórmula 1 contarán con un 20 centímetros menos de longitud y 10 centímetros menos de altura, pasando así de 3.600 mm a 3.400 mm de largo, y de 2.000 mm a 1.900 mm de ancho. Pese a este cambio, los coches aún se antojan un tanto grandes para poder disfrutar de más adelantamientos, pese a que el peso también se reduzca en 30 kg.
«Las regulaciones de la unidad de energía ya han dado como resultado un número récord de fabricantes de unidades de potencia que se comprometen con el deporte. Y ahora, junto con las regulaciones de chasis que proporcionan coches más ligeros y ágiles con soluciones aerodinámicas innovadoras, hemos creado un conjunto de regulaciones diseñadas no solo para mejorar las carreras, sino también para hacer que el campeonato sea aún más atractivo para los fabricantes de unidades de potencia, los fabricantes de equipos originales y los competidores existentes», explica el presidente de la FIA, Mohamed Ben Sulayem.
Uno de los puntos claves de la actual regulación de Fórmula 1, por no decir el que más, es el efecto suelo. Pues bien, este se reduce de manera sustancial al pasar a contar con un suelo parcialmente plano y un difusor de menor potencia.
«Estas regulaciones marcan un momento significativo en el futuro de nuestro deporte, ya que esperamos con interés una nueva generación de automóviles y unidades de potencia que tiene como objetivo dar a nuestros fanáticos carreras más cercanas y emocionantes. La nueva unidad de potencia híbrida de combustible sostenible presenta una gran oportunidad para la industria automotriz global, la caída en el combustible tiene el potencial de ser utilizada por automóviles de todo el mundo y reducir drásticamente las emisiones», afirma Stefano Domenicali, CEO de la Fórmula 1.
Estas declaraciones nos llevan a hablar de uno de los puntos que, en primera instancia, debería ser clave: la sostenibilidad y la mayor implementación de energía eléctrica. A partir de 2026, los coches de Fórmula 1 solo utilizarán combustibles sintéticos y tendrán una distribución del 50%-50% entre energía térmica y eléctrica.

Asimismo, además de implementarse más elementos de seguridad, los ya existentes se mejorarán. En este apartado destaca la introducción de una estructura de impacto frontal de dos etapas y una protección lateral mejorada contra intrusiones.
«Con este conjunto de regulaciones, la FIA ha tratado de desarrollar una nueva generación de automóviles que estén totalmente en contacto con el ADN de la Fórmula 1: coches que son ligeros, sumamente rápidos y ágiles, pero que también permanecen a la vanguardia de la tecnología, y para lograr esto, trabajamos hacia lo que llamamos un concepto de «coche ágil», asegura Nikolas Tombazis, director de monoplazas de la FIA.
Pese a que la FIA ha hecho oficial estos cambios, lo cierto es que aún falta una ratificación por parte del Consejo Mundial del Automovilismo que se producirá el próximo 28 de junio. ¿Serán suficientes estos cambios para hacer más atractiva la Fórmula 1?
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