Hace algo más de una semana os contamos que la actual plantilla de examinadores de la Dirección General de Tráfico (DGT), congelada desde al menos los últimos cinco años, estaba mermando hasta extremos el sistema de obtención del permiso de conducir, provocando retrasos que bloquean la actividad de las autoescuelas, llevando a muchos de estos centros educativos al borde del cierre. La Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) viene advirtiendo desde el año 2013 a la DGT y al Ministerio del Interior de esta situación límite.
Ahora, la crisis en torno a la obtención del carné de conducir ha acabado de estallar con la convocatoria por parte de la Asociación de Examinadores de Tráfico (ASEXTRA) de una huelga de los examinadores de la Dirección General de Tráfico (DGT) para los meses de junio y julio, lo que provocará un colapso sin precedentes en el sistema de Formación Vial en España.
«Compañeros, por dignidad, por amor propio, luchemos por nuestro puesto de trabajo. No podemos seguir en estas condiciones de trabajo y la única salida es paralizar este servicio hasta que se garantice que se consigue lo que por justicia nos pertenece», argumenta el presidente de ASEXTRA, Joaquín Jiménez Murillo.
La actual plantilla de examinadores de la DGT suma 756 funcionarios, según los datos de la DGT, aunque la Confederación reduce este número a 619 al tenerse en cuenta algunas variables, como las vacaciones y las bajas de larga duración. Si tenemos en cuenta que cada examinador sólo puede hacer diariamente 13 pruebas (11 en el periodo estival), esto supone un déficit de exámenes de 600.000 anuales. La CNAE considera que son necesarios 943 examinadores para llevar normalidad al ciclo formativo y a los exámenes.
La situación es especialmente grave en 12 Jefaturas Provinciales de Tráfico, que suponen el 48% de los permisos expedidos en España (Alicante, Baleares, Barcelona, Ciudad Real, Cuenca, Girona, La Rioja, Lleida, Madrid, Navarra, Tarragona y Valencia), en las que llegan a acumularse retrasos para realizar el examen de hasta un mes, además de cambios de fecha de última hora.
Con esta huelga, el bloqueo está garantizado y durante dos o tres meses nadie podrá examinarse, o un número muy reducido de aspirantes, lo que llevará, además, al cierre de numerosas autoescuelas y el despido de miles de profesores por la parálisis generalizada del sistema.