Citroën no lo llama coche, sino ‘objeto de movilidad’. Y quizá no le faltan razones, porque el Ami es un cuadriciclo eléctrico construido mediante paneles plásticos sobre una estructura tubular y que, en realidad, está compuesto por menos de 250 piezas.
Su homologación implica que, uno, no requiere carnet B para usarse (sólo licencia de ciclomotor AM, permiso que se puede obtener a los 16 años) y dos, que como cuadriciclo no lleva ABS, ni ESP ni airbags. Además, como es un cuadriciclo, no podrá circular por vías rápidas como autovías o autopistas, pero sí por carreteras convencionales. Y, por supuesto y al ser eléctrico; por cualquier zona de movilidad restringida de las grandes ciudades. Esa es su verdadera razón de ser.
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A priori, el Ami es el ‘urbano’ perfecto, ya que sólo mide 2,41 metros de largo, 1,39 m de anchura y 1,52 m de altura. Para hacerse una idea, un Smart fortwo mide ya 2,7 m; y Citroën señala que, en un espacio de estacionamiento para un coche convencional, cabrían dos Ami. Además, este vehículo pesa apenas 485 kg y, lo mejor de todo, tiene un radio de giro de apenas 7,20 m.
Incluye un motor que entrega una potencia de 6 kW (8 CV, aunque en aceleraciones llega hasta 9 kW) y que le proporciona una velocidad máxima de 45 km/h. Lógicamente, incluye un cambio automático y su batería, situada bajo los asientos, tiene una capacidad de 5,5 kWh, lo que le permite contar con 75 km de autonomía. Lo bueno es que el Ami se puede recargar en cualquier enchufe doméstico de 220V, al 100% en sólo tres horas; no en vano para ello cuenta con un cable que se extrae del lateral de la puerta del pasajero.
Citroën AMi 2020: un objeto de movilidad muy peculiar
En la mejor tradición de Citroën, el Ami es un vehículo muy original. De entrada, se producirá en la planta de Kenitra, en Marruecos; y como no está basado en ningún modelo de PSA, ha sido necesario desarrollar una plataforma específica para él.
Además, y pensando en el ahorro de costos, el Ami ofrece muchos aspectos singulares en su construcción. Su carrocería es simétrica -sin accesorios, el frontal es similar a su zaga-,y ofrece un diseño original en el que no faltan detalles espartanos (o reminiscencias a un mito como el 2CV; todo depende del punto de vista).
Nos referimos a detalles como las ventanillas abatibles (sólo se abre la parte inferior) o un tradicional cierre que sobresale y el que, para abrir la puerta, se ha de pulsar. Otros detalles exteriores que nos recuerdan la eminente funcionalidad del vehículo son los retrovisores, pequeños, circulares y de accionamiento manual (por cierto, este vehículo carece de retrovisor interior central…o incluso de parasoles); o el hecho de que el Ami sólo esté disponible en un color: el azul grisáceo de las fotos… que Citroën llama Azul Ami.
Los detalles austeros continúan en el interior, realizado en plásticos duros y al que se accede, por cierto, a través de unas amplias puertas que se abren en el sentido contrario a la marcha en el caso de la del conductor… y de forma normal la del pasajero (funcionan así porque, en realidad, se trata de la misma puerta colocada en ambos lados). Por dentro, las puertas incluyen unas amplias bolsas laterales que sujetan los objetos mediante una red y apertura tirando de una colorida correa de tela.
El diseño del salpicadero es sencillo y tiene como punto central en la consola un hueco para nuestro smartphone, que Citroën quiere que se convierta en el centro multimedia del coche. Para ello, el Ami incluye conexión Bluetooth y una toma de corriente USB para que podamos cargarlo.
Además, tras el volante encontramos un hueco para dejar un vaso y, de forma opcional, el Ami puede incluir un soporte para el móvil, y una colorida bandeja para la parte superior del salpicadero que incluye un segundo posavasos o un pequeño hueco con tapa.
Curiosamente, el selector del cambio automático se encuentra no en la consola central, sino situado en el suelo y a la izquierda del asiento del conductor (por cierto, este es el único que se puede regular en profundidad). El cambio automático es muy sencillo y tiene tres posiciones que se seleccionan pulsando otros tantos botones: D, N y R (avanzar, punto muerto y marcha atrás, respectivamente)
Mientras tanto, en el espacio reservado al ocupante encontramos, si adquirimos el pack de la bandeja del salpicadero un asa situada frente a él, que sirve para colgar objetos. El Ami no lleva guantera… ni maletero y, de nuevo de forma opcional, Citroën ofrece una cesta específica para paliar este hecho. Eso sí, el interior del Ami está bien pensado y el asiento del acompañante va ligeramente retrasado respecto al del conductor. Así, la marca francesa ha matado dos pájaros de un tiro: por un lado, los hombros de los ocupantes no se tocan y, por otro, a los pies del asiento del acompañante existe un espacio suficiente para llevar una maleta de tamaño cabina de avión.
El Ami será asimismo un vehículo bastante personalizable. A la versión básica se le podrán sumar cuatro packs de decoración (con embellecedores en los tapacubos, pegatinas en el montante o en la parte inferior de la puerta; cuestan 400 euros y tendrás que colocarlos tú). Podrán ser de cuatro tonalidades distintas: gris, azul, naranja y caqui. Y, por otro lado, se pueden pedir dos decoraciones específicas: el pack My Ami POP, (900 euros extra) con alerón y con personalización en tonos naranjas y el pack My Ami VIBE (1.360 euros extra), en color gris, con barras en el techo y con un aspecto más elegante; en este caso el adhesivo de la carrocería viene instalado de fábrica.
Acabado VIBE.
Hay que destacar que el techo solar panorámico es de serie en el Ami, lo que otorga una grata sensación de amplitud al coche. Pero su presencia también tiene un problema: dado que este ‘objeto de movilidad’ no puede llevar, ni en opción, aire acondicionado (sí lleva calefacción); su uso en verano en nuestro país puede verse restringido por el calor.
Compra por Internet, en concesionarios o en el FNAC
Con un vehículo tan original, la forma de compra también es particular, ya que el AMI podrá adquirirse mediante tres medios. El primero son los concesionarios Citroën seleccionados que se adhieran al proyecto… y en los que el coche estará disponible, previsiblemente, en marzo de 2021. La segunda, será a través de stands específicos situados en los centros FNAC, con los que ya trabaja Citroën en Francia (donde la marca ya ha comercializado cerca de 1.000 unidades).
Por último, el vehículo también se podrá adquirir de forma completamente on-line, a través de una web que Citroën pondrá en marcha en las próximas semanas y en la que se podrán realizar las pre-reservas del vehículo. Sea cual sea la forma de adquisición, el comprador también podrá optar porque le lleven el coche hasta su casa: con un coste de 200 euros, un operario transportará el coche y le dará una breve explicación sobre él. Y si el comprador prefiere ir a buscarlo a un concesionario, podrá solicitar igualmente la explicación de un empleado; eso sí, a cambio de 100 euros.
¿Y el precio? Pues todavía no está definido al completo para España, pero la idea de la marca es lanzarlo a un coste similar al que tiene en Francia: 6.900 euros; a los que habría que restar las posibles ayudas del Gobierno (en este caso, el Moves II supondría un descuento de 600 euros). Asimismo, Citroën contempla ofrecer este vehículo mediante renting, en el que, tras una entrada de unos 2.650 euros, habría que abonar por su uso aprox. 20 euros al mes durante un total de cuatro años; la marca también contempla ofrecer una entrada de sólo 100 euros, con lo que las cuotas mensuales ascenderian entonces a unos 80 euros.
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