El Seat Málaga fue lanzado en 1985 como una versión sedán del Ibiza, aunque en realidad no era exactamente eso, frente al cual no sólo aportaba una carrocería de tres volúmenes y un inmenso maletero, sino también un diseño propio en el frontal, aunque muy en la línea del del Ibiza.
Fue el último Seat en emplear una plataforma de Fiat, concretamente la del Fiat Ritmo, que también derivó en la de los Seat Ritmo, Ronda e Ibiza. La carrocería del Málaga medía 4,28 metros de largo y se caracterizaba por líneas muy sobrias y por un largo voladizo trasero que escondía un enorme maletero de 515 litros de capacidad, una cifra sobresaliente para su época.
Esos un poco rebuscados pero verdaderos orígenes Fiat son el motivo de que el Málaga compartiese elementos con los Fiat Ritmo y Regata, y por supuesto con el Seat Ronda. Ya no sólo la plataforma, sino también las puertas, por ejemplo.
En total se fabricaron 231.946 unidades del Málaga, unas cinco veces menos que del Ibiza, todas en la factoría de Zona Franca de Barcelona. El Málaga tenía un precio de partida de 748.400 pesetas.
Dispuso de tres motorizaciones de gasolina y una diésel. La de gasóleo correspondía a un bloque Fiat 1.7 D de 55 CV, mientras que las de gasolina eran las conocidas System Porsche en versiones 1.2 de 63 CV, 1.5 de 85 CV (más tarde subió a 90 CV) y 1.5 Inyección de 101 CV.
El Málaga fue descontinuado en 1991 coincidiendo con el lanzamiento del Toledo, modelo ya ‘parido’ dentro de la estructura del Grupo Volkswagen y cuyo desarrollo llevaba cuajándose desde 1986. Sin embargo, el Toledo no es un sucesor directo del Málaga, sino que más bien lo fue el Seat Córdoba, lanzado en 1993 sobre la base del Ibiza de segunda generación.
¿Quieres un Seat Málaga? Pues a pesar de su importancia para la marca, ni fue ni es un modelo deseado. Varios fueron los motivos que se mezclaron, como que estéticamente no era muy emocional, que sus calidades aún eran un poco mediocres y que dinámicamente, perjudicado por su largo voladizo trasero, no es que fuese un ejemplo de estabilidad. Aunque bueno, para su época, ni tan mal.
De tal modo, puedes tener una buena unidad de Seat Málaga por entre 1.000 y 2.000 euros, un precio bajísimo para conducir un trocito de historia de Seat.
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