Rally Dakar 2020: los coches favoritos

Angel Montalban
Angel Montalban
Toyota parte como la favorita para ganar en el Dakar 2020, pero el buggy de Mini será, posiblemente, el vehículo más rápido. Además de estos dos gigantes, la presencia de los Mini 4x4, los Peugeot ex oficiales, los nuevos Borgward y numerosos buggies dará color a un parque cerrado con muchos vehículos competitivos.


Sigue habiendo dos guiones para afrontar esta carrera. Por un lado están los buggies de tracción trasera, creados para rodar por la arena, que han evolucionado sobremanera desde su creación allá por los sesenta, y los todoterrenos 4×4 que desde una década antes rodaban por el planeta. El reglamento, año tras año, beneficia a unos o a otros, pero siempre queda la duda de si el rival tiene ventaja.

En el primer caso, la punta de lanza son los Mini. Mecánicamente son lo último de lo último, y aunque no se han prodigado mucho esta temporada, son los únicos que pueden aspirar a la victoria absoluta. Aún en competición, los Peugeot del extinto equipo oficial también tendrán opciones de destacar, pero nada más. Son vehículos muy sofisticados que requieren de una extrema dedicación de medios tanto técnicos como humanos para desplegar toda su competitividad y mostrarse fiables.

Un buggy Century, un Optimus o los eficaces MD tendrán sus posibilidades de destacar, y también pueden tener su momento los Sodicars y el prototipo de SsangYong. La categoría, con varios fabricantes, estará muy animada.

Toyota Hiluz Gazzo Racing

Pero aunque los buggies 4×2 son, sobre el papel, la mejor opción para hacer buenos tiempos en carretera, en el segundo grupo, el de los 4×4, está la mayoría. Hay alrededor de una docena de «cangrejas» japonesas, destacando los cuatro Hilux oficiales de Gazoo con el motor más centrado y aligerados hasta el máximo reglamentario. Deberían repetir victoria, aunque los Mini no lo pondrán fácil. Los restantes Toyota, con diferentes grados de evolución, podrán tener buenos resultados parciales y acabarán bien colocadas en la general.

Aquí los Mini de tracción total parecen estar en desventaja, ya que no han evolucionado de cara a la edición 2020. Básicamente sirven para que los pilotos privados con presupuesto puedan competir al más alto nivel. Una pareja de Ford o los prototipos Sodicar con tracción total, entre los que está el Mitsubishi Eclipse Cross, son las notas discordantes entre tal monotonía de modelos.

Lo verdaderamente triste es el solar en el que se ha convertido la categoría de coches de serie. Tan solo los Toyota oficiales, que han recibido bulas reglamentarias, siguen inscribiéndose año tras año, pero el resto de fabricantes ni esta ni se le espera. Desde la A.S.O. han eliminado la categoría de Serie Mejorados, por lo que todos los pilotos que empleaban estos vehículos (un puente más económico entre los 4×4 de estricta serie y los prototipos) se han visto obligados a cambiar de categoría. Esta falta de intenciones de la organización por fomentar que los coches más próximos a los de calle tengan su sitio hace que la carrera haya entrado en una escalada sin fin de prestaciones.

Mitsubishi Eclipse Cross (Cristina Gutiérrez).

La moda de los buggies

El crecimiento de los cuadriciclos no ha parado ni en cantidad ni en calidad, y habrá casi medio centenar en la salida, con deportistas de renombre. Habrá mayoría absoluta de Can Am, que se han hecho con la confianza de los equipos con aspiraciones y de los privados más humildes, que tienen que gastar lo justo.

Cuatro OT3 se estrenan, desarrollados por South Racing y en manos de futuras promesas, tres Polaris con apoyo de fábrica de la mano de Xtreme Plus harán de resistencia, así como los tres Extreme de la estructura española GPR. Yamaha, con dos vehículos, y Suzuki, con solamente uno, son testimoniales, pero aportan diversidad al parque cerrado.

Buggy NAvarro y Sola

En un principio, estos modelos son una válvula de escape para poder competir sin los costes de preparación y mantenimiento de los vehículos «grandes», pero para ser competitivo en esta categoría, la escalada de costes y de prestaciones ya se ha disparado, y correr con una máquina de primer nivel es tan caro o más que hacerlo con un buen prototipo de segunda mano.

Más asistencia que carrera

El hecho de ser país, terreno y prueba desconocida, ha aumentado la necesidad de tener asistencia en pista, lo que hace que muy pocos de la lista de inscritos entre los camiones esté libre de llevar material a bordo para los coches y buggies que saldrán delante.

Kamaz, es uno de ellos, y la victoria parece que se inclinara de su lado. Iveco, Renault, Man y un solitario Praga serán la oposición. El resto bastante tendrá con no tener que perder mucho tiempo asistiendo.

IvecoEn resumen, se trata de un Dakar con muchas cosas nuevas, y algunas de ellas muy interesantes: nuevo escenario, mucha arena, algo más de aventura que en América, mucho nivel mecánico con al menos dos marcas totalmente volcadas en lograr la victoria, y un plantel de pilotos verdaderamente impresionante, con muchos españoles, incluido el mediático Fernando Alonso.

Independientemente del resultado del asturiano, muchos medios que jamás han mostrado interés por el Dakar dedicarán sus mejores espacios a glosar las hazañas y los infortunios de la aventura Dakariana de Alonso y, de paso, el resto de españoles aumentará su visibilidad, lo que obviamente es bueno para todos.