Cupra Tavascan

Prueba del nuevo Cupra Tavascan: así es en estático (parte 1)

El Cupra Tavascan ha sido uno de los últimos modelos más esperados de Cupra. Lo hemos podido probar y te contamos cómo es.

Cupra se ha metido en una vorágine de renovación de gama en la que quizá el Tavascan sea uno de los acontecimientos más importantes, aunque también el inminente Terramar, que viene a sustituir al Ateca. La denominación Tavascan, por cierto, honra a un pequeño pueblo de Lérida, ya casi en la frontera con Francia.

El Tavascan es un coche 100% eléctrico y sus entrañas son en esencia las mismas que podemos encontrar en un Audi Q4, en un VW ID.5 y en un Skoda Enyaq, que al mismo tiempo son tres de sus principales alternativas.

Cupra Tavascan

Esto significa que se basa en la plataforma MEB y que en su batalla se extiende la batería de 82 kWh, de los cuales 77 kWh son los utilizables. Y también implica que hay dos versiones, una con un motor y otra con dos.

La primera tiene un propulsor trasero de 286 CV. La segunda complementa ese mismo propulsor con uno adicional de 109 CV y de tipo asíncrono en el eje delantero, sumando entre los dos 340 CV. Sus denominaciones comerciales son Tavascan Endurance y Tavascan VZ, homologando el primero 542 km de autonomía y el segundo 512 km.

Cupra Tavascan

Aquel motor delantero sólo entra en funcionamiento en circunstancias de máxima demanda de aceleración o ante posibles pérdidas de tracción atrás, de ahí que el consumo de energía de ambas versiones no difiera mucho. Sí hay una notable diferencia en las prestaciones, pues el Tavascan Endurance acelera de 0 a 100 km/h en 6,8 segundos y el Tavascan VZ sólo precisa de 5,5 segundos.

La estilosa carrocería de marcada línea coupé y afilado frontal mide 4,64 metros de largo, 1,86 metros de ancho y 1,59 metros de alto. Tiene cinco plazas de amplitud correcta (sólo en altura se queda un pelín justo, pero es lógico por el diseño de la carrocería), y goza de un buen maletero de 540 litros de capacidad.

Cupra Tavascan

Sin duda el aspecto estético es el más trabajado en un modelo que se ha beneficiado de una base ya existente. Es francamente bonito y está meticulosamente proporcionado. Los emblemas iluminados (también el delantero) le dan un toque distintivo y, en el interior, la particular consola central que Cupra llama espina dorsal es también muy singular.

De puertas adentro el diseño es atrevido y voluptuoso, mientras que por calidades lo valoraría como un poco lo esperado porque se siente bien hecho pero sin materiales especialmente refinados. Bien, para mí en este aspecto, bien.

Cupra Tavascan

Ah, y luego está la pantalla central de 15″, que engloba literalmente todo, cosa que a mí no me agrada en ningún vehículo, pero que al menos con el último software funciona rápido y tiene de todo.

Sin embargo el Tavascan hereda los malos detalles de algunos modelos con los que tanto comparte, como las incomodísimas teclas táctiles del volante o el descarado ahorro de costes de quitar de la puerta del conductor los botones de los elevalunas traseros, sustituidos por un de nuevo incomodísimo panel táctil. Bueno, ¿nos ponemos en marcha o qué? (segunda parte de la prueba en construcción).

Síguenos en nuestras redes X, Facebook, TikTok e Instagram, o en nuestro canal de YouTube donde te ofrecemos contenidos exclusivos. Y si te apuntas a nuestra Newsletter recibirás las noticias más destacadas del motor. 

Etiquetas: ,
Scroll al inicio