Fue en 2018 cuando Seat anunció que Cupra pasaría a ser una marca independiente focalizada en automóviles deportivos, de alta gama y eléctricos, las tres patas sobre las que se quería sustentar. Por aquel entonces, uno de los primeros planteamientos que surgieron fue el del Cupra Ibiza, aunque el primer modelo de la marca fue en verdad el Cupra Ateca.
Sin embargo, el prometedor y aparentemente muy realista Cupra Ibiza nunca llegó a producirse, convirtiéndose en un proyecto definitivamente cancelado en 2019. ¿Por qué motivo? Bueno, en realidad hablamos de motivos, en plural.

Uno de ellos era que el modelo no cuadraba de forma demasiado precisa con el posicionamiento de la nueva marca, cuyo objetivo desde el primer momento fue colocarse entre los fabricantes generalistas y los premium.
Por otra parte, al parecer el Cupra Ibiza tampoco tenía demasiadas probabilidades de ser un producto rentable porque el mercado de los urbanos deportivos estaba en plena decadencia en cuanto a número de representantes. Y el tiempo les dio la razón en esto.
Y eso que, en realidad, la base estaba hecha porque a todas luces el Cupra Ibiza habría equipado el motor 2.0 TSI de 200 CV del Volkswagen Polo GTI con transmisión automática DSG, modelo que sí se comercializó.

También se beneficiaría de una suspensión y frenos similares, del mismo diferencial electrónico, de unos modos de conducción parejos y, a tenor de las fotos del prototipo, un kit de carrocería de lo más sugerente. Todo ello daría como resultado un hot hatch rápido y plenamente utilizable en el día a día, tal y como fue precisamente aquel Volkswagen Polo GTI.
Y el tercer motivo: Cupra Raval
Quizá, quién sabe, en 2019 Cupra ya tenía en mente esto que te contamos recientemente. Hablo del Cupra Raval, su primer modelo urbano, que será 100% eléctrico y que está previsto se lance al mercado en 2025. El prototipo que ya conocemos mide 4,03 metros de largo y se basa en la nueva plataforma MEB Small de tracción delantera que también empleará el Volkswagen ID.2.
El nuevo Cupra Raval, si nada cambia, empleará un motor de 226 CV de potencia que le permitirá acelerar de 0 a 100 km/h en 6,9 segundos, así como una batería que le proporcionará una autonomía homologada de 440 km. Se fabricará en la factoría catalana de Martorell.
