Ya habíamos probado el Ebro s800, primeramente en su versión de gasolina, en la híbrida enchufable, que es la que tenemos aquí hoy de nuevo.
Lo que hemos hecho es emprender un viaje con él, donde hemos visto cosas positivas y otras que podrían serlo más. Por ejemplo, ya habíamos constatado lo confortable que es. Hace poco ruido, tanto aerodinámico como mecánico, y la suspensión, que es pasiva, es esponjosa y parece que eficiente.
Lo que hay bajo el capó es un motor eléctrico de 204 CV, que es el principal, asistido por un bloque 1.5 turbo de gasolina de 143 CV. ¿Qué hemos apreciado en nuestro viaje?
Por un lado, de nuevo hemos visto que es un coche para circular a ritmo tranquilo. Así es comodísimo, consume poco en carretera, unos razonables 7,0 L/100 km y en general no dista tanto de lo que puedes encontrar en algunos coches premium recientemente retirados, como en un Jaguar por ejemplo.
Si intentas ir rápido, ya no se siente tan cómodo ni gasta tan poco, pero tampoco pretende ser bueno en ese área, no es la parte más importante a la hora de brillar para un SUV de siete plazas.
Es un híbrido que funciona tanto en paralelo como en serie. Sobre el papel, puede haber los 347 CV que suman ambos motores en tu pedal derecho, pero en la práctica pocas veces están porque este sistema híbrido prioriza la eficiencia sobre a parte prestacional.
Por dentro está bien hecho, con materiales de bastante calidad. Esto no está peor hecho que algunos coches de supuesta alta gama. Me gusta menos que apenas hay botones, manejándose casi todo a través de la pantalla táctil, bastante grande, de 15,6″.
Su conducción es algo insípida, pero como la de prácticamente cualquier rival que se te ocurra. Y es así porque al potencial comprador de un coche como este, ese aspecto le da un poco igual. Quiere ir del punto A la punto B con todos sus hijos, con maletas, sin gastar mucha gasolina y confortablemente. Pues ya está.
En modo eléctrico aguanta bastantes kilómetros. Con una batería de 18,3 kWh de capacidad, anuncia 90 km de autonomía que en la práctica, y en zona urbana, ronda los 70 km, que no está mal.
Cuesta 46.900 euros si lo pagas al contado, cifra que lo sitúa por debajo de la inmensa mayoría de alternativas equiparables (de siete plazas, recordemos). Si quieres un coche apasionante de conducir probablemente debas mirar en otros sitios. Pero si quieres uno resolutivo y con buena eficiencia energética a buen precio, pues aquí ni tan mal.
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