Las empresas españolas no apuestan por el coche eléctrico

Según el último estudio realizado por el Observatorio del Vehículo de Empresa 2017, solo el 16% de las empresas españolas sumará vehículos eléctricos a sus flotas, casi la mitad que un año antes.


Las empresas españolas no terminan de dar el paso con el vehículo eléctrico. Pese a que el 62% de las matriculaciones de eléctricos se registran en este canal, lo que demuestra que existe un interés real por esta tecnología eficiente, lo cierto es que la relación entre el coste y el uso de este tipo de vehículos no acaba de convencer a las empresas. Tanto es así que sólo el 16% de las compañías tiene intención de sumar estos coches eléctricos a su flota en 2020, frente al 25% del año pasado.

El estudio del Observatorio del Vehículo de Empresa realizado entre casi 4.000 gestores de flotas de pymes y grandes empresas de trece países muestra cómo, aunque la movilidad eléctrica y las fórmulas que la ponen en valor como el carsharing han ganado popularidad, todavía necesitan tiempo para ser una alternativa real en el mundo empresarial. El principal problema es que el posicionamiento actual de impulso a las energías alternativas no atiende a las opiniones de las empresas para hacerlo más eficiente.

Además, las dudas generadas en torno a la continuidad del Plan Movea, que estará en vigor hasta mediados de octubre, ponen de manifiesto que la empresa no entiende de incentivos puntuales para dar el salto a otra energía. Esta circunstancia explica que las compañías españolas con enchufables en su flota se hayan reducido de un 10% a un 6% en el último año.

En el contexto de Europa, España se sitúa en el tercio inferior de la tabla en intención de uso del eléctrico, que encabeza Holanda, donde las compañías que contarán con esta tecnología en el próximo trienio duplicaran a las españolas, hasta alcanzar el 35%. Hay que tener en cuenta que en Holanda existe una red de postes de recarga diez veces superior a la de España y sus ayudas para la compra de eléctricos son más sustanciosas.

Con respecto al resto de motorizaciones, aunque el diésel sigue sigue siendo el rey, aunque pierde cuota de mercado. No obstante, el 32% de las compañías de mayor flota y el 21% de las pymes, reconoce haberse planteado dejar de lado el diésel a la hora de renovar sus coches corporativos. Entre las alternativas limpias, la balanza se inclina claramente hacia la tecnología híbrida.

Por último, cabe destacar que según el Observatorio del Vehículo de Empresa se ha producido un freno en la tendencia de la conducción compartida entre las empresas. De esta forma, sólo el 17% de las compañías, frente al 27% del año pasado, considera el casharing como solución de movilidad, lo que evidencia que todavía no han interiorizado lo suficiente la economía colaborativa en su modelo de negocio. La pymes son las empresas que más acogen el carsharing.

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