Qué hacer si te equivocas de combustible al repostar

Vas a la gasolina, descuelgas la manguera y repostas en tu coche el combustible equivocado? ¿qué puedes hacer en ese momento?


Repostar gasóleo a un motor de gasolina suele tener consecuencias más graves que echar gasolina a un diésel, sobre todo para el bloque, la culata, los pistones… Por otro lado, echar gasolina en un diésel suele generar problemas en el sistema de inyección a medio plazo, sobre todo en los motores con common rail, inyector bomba… ¿Qué puedes hacer si te has equivocado al repostar?

Si has repostado gasoil en un motor de gasolina

Si no has repostado demasiada gasolina -menos de dos litros- no arranques el motor y vacía el depósito. Para ello, algunos modelos tienen un desagüe en la parte inferior del mismo; otros llevan un aforador en la zona del asiento del conductor. Recuerda, no intentes sacarlo por la boca de llenado -absorbiendo el combustible con un tubo-: un sistema de seguridad te lo impedirá. En cualquier caso, es una operación compleja, así que tendrás que llevar el coche en grúa hasta un taller -te cobrarán unos 50 euros-.

Si hubieras arrancado el motor un instante, sin llegar a circular, tendrías que sustituir los filtros y limpiar todos los conductos de alimentación, hasta los inyectores -puede superar costar más de 300 euros- aunque no notaras ningún fallo.

Si has arrancado y has puesto en marcha el motor no tardarás en darte cuenta de que el coche falla. Para al motor y avisa a una grúa. Si continuas circulando la avería puede ser muy grave. La llegada del gasoil al cilindro de un motor de gasolina produce un efecto similar a la entrada de un elefante en una cacharrería.

En un motor diesel se comprime sólo aire en el interior del cilindro y, en el último momento, se inyecta un poquito de gasóleo. Cuando se ponen en contacto el aire comprimido y el gasóleo se produce una explosión debido a la presión. Sin embargo, en un motor de gasolina la mezcla de aire y combustible se comprime en el cilindro desde el primer momento, y no explota hasta que se produce la chispa de la bujía. Pero si llega gasóleo en vez de gasolina, conforme se va comprimiendo la mezcla y va aumentando la presión también sube la temperatura de la mezcla… y ésta explota antes de tiempo.

Además, cuando salta la chispa de la bujía, se produce una nueva explosión… Entonces, el motor soporta muchas más detonaciones de las previstas, algo que produce roturas en las zonas más cercanas a la cámara de combustión, además de una subida exagerada de la temperatura del motor. Por si fuera poco, también puedes romper el catalizador, el filtro de partículas… Todo ello te puede costar más de 3.000 euros.

Si has repostado gasolina en un diésel

Si tu coche tiene un sistema de inyección tradicional sin common rail, ni inyector bomba -90% de los coches anteriores a 2000, y no has repostado demasiado, llena el depósito con gasoil y continúa el viaje; si no, tendrás que vaciar el depósito.

Si ya has arrancado y has comenzado la marcha, lo más probable es que empieces a notar tirones, ralentí inestable en cuanto comiences a circular. Al principio, es probable que no notes fallos, pero sí que podría afectar al sistema de inyección con el paso de los kilómetros ya que la gasolina lubrica mucho menos que el gasoil -podrías reducir la vida de los inyectores y de la bomba en un 50% y repararlos puede costar más de 2.500 euros-.

Has repostado gasolina de 95 y tu coche sólo puede utilizar 98

Existen determinados modelos, que a priori, sólo pueden repostar gasolina de 98 o 100 octanos -por ejemplo, el Opel Corsa OPC-. Si te has confundido o si únicamente has podido repostar gasolina de 95 octanos no te preocupes. Todos estos coches equipan centralitas inteligentes capaces de detectar el octanaje de la gasolina y adaptar el funcionamiento del motor. Eso sí, notarás que sus prestaciones disminuyen notablemente.

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