Jesús Pozo, el fundador de esta reunión, que en 2015 ha celebrado su 5ª edición, siempre niega que el Espíritu sea similar al festival británico Goodwood Festival of Speed: «Yo no soy Lord –N. de la R.: en referencia a Lord March, el fundador de Goodwood–, ni tengo una finca donde se encuentre un aeródromo de la II Guerra Mundial ni un circuito histórico». Pero las similitudes del Espíritu Montjuic con el conocido festival británico son evidentes: en ambos, con la excusa de una tradición deportiva –en el caso español, la del circuito urbano semipermanente en la montaña de Montjuic, en Barcelona, en el que se celebraron carreras del campeonato mundial de Motociclismo desde los años 50 y el GP de F1 de España en 1969, 1971, 1973 y 1975; puedes ver vídeos de esas competiciones en http://bit.ly/1Jv40kf–, se dan cita automóviles clásicos, distintas carreras y/o personajes famosos, ya estén relacionados con el mundo del motor o como meros aficionados: sin ir más lejos, en esta edición del Espíritu, destacó la presencia del ex piloto de F1 Jaime Alguersuari –ver foto en la parte inferior– o el actor Maxi Iglesias, quien actuó como embajador de la marca Seat.
Pozo, ex directivo de la industria musical en compañías como RCA o Telefónica –reconoce, divertido, que el éxito de Los del Río con Macarena fue ´culpa´ suya– y, fundador, más tarde, de otros eventos de motor como el Motor Show Festival –en 2003–; no escatima en elogios hacia el festival británico: «Gracias a Dios, Goodwood existe, y ha generado un interés popular por los eventos de automovilismo histórico». Y es que, aunque a una escala menor –«ya quisieramos ser iguales a Goodwood por asistencia o por ingresos», recalca Pozo–, en el Espíritu no faltan, además de la presencia de coches en circuito, otros muchos atractivos. Arrancan en el propio paddock del evento, donde este año –el Espíritu de Montjuic se celebró del 17 al 19 de abril– convivían desde un icónico Ferrari Testarossa a un no menos conocido Jaguar Type E, pasando por varias decenas de Porsche, Jaguar, Triumph, BMW, Ford Mustang de distintas épocas… o, incluso, un Ferrari Dino 246 GT de los años 70.
Los visitantes también pudieron disfrutar de un concurso de elegancia en el que participaron distintos vehículos –entre ellos, destacan un Porsche 356 Speedster de 1958, un Facel Vega Cabrio de 1959, un Dodge Serra Boulevard de la década de los 70 o varios monoplazas de competición, como un Ferrari 312 T3 de 1978 o un Lotus 72 de 1975–, una exposición de los vehículos aparecidos en los cómics de Tintín, la muestra de 12 de los prototipos más llamativos de Seat, una concentración de vehículos militares… o de actividades relacionadas con el automovilismo y la historia, como un mercadillo de piezas y artículos del motor o, incluso, un concurso de baile a ritmo de twist. Por su parte, la Fundación Parc Aeronàutic de Catalunya (FPAC) colaboró en el Espíritu mostrando aviones clásicos de su colección y realizando vuelos sobre el circuito con alguno de ellos: por ej., con un Hispano Aviación HA-200D Super Saeta, el primer avión a reacción construido en España.
Carreras, carreras y más carreras
Pero lo que no falta en el Espíritu es, desde luego, olor a gasolina y sabor a competición. Así, en esta edición, la reunión dio cabida a nada menos que hasta ocho pruebas para coches de todo tipo y edad. La más llamativa fue, sin duda, el GP de Fórmula 1 histórica, que se complementó con la carrera Historic Grand Prix Cars –reservada a F1 anteriores a 1965–; en total, sobre los 4.727 m de longitud de la pista de Montmeló se dieron cita hasta 57 antiguos monoplazas de F1, una plusmarca nacional que, mientras lees este artículo, está siendo homologado como récord internacional por los Récords Guinness.
También se disputaron carreras para Gran Turismo y automóviles anteriores a 1966, en las que brillaron, respectivamente, los Shelby Cobra –ver foto1– o los Lotus Cortina –foto 2–; competiciones entre los antiguos prototipos Grupo C de resistencia –entre ellos, el Mercedes C11 con el que corrió Schumacher antes de pasarse a la F1; ver foto 3–; y, por supuesto, carreras de vehículos modernos: una prueba de los GT Sport Club –reservada para los automóviles de las actuales categorías GT3 y GTE– y otra de la KTM X-Bow Battle, en la que resultó vencedor el equipo de Jaime Alguersuari.
Un último guiño a la competición tuvo lugar fuera de Montmeló. Y es que, junto al Espíritu, se celebraba asimismo el certamen Targa Catalunya, cuyos vehículos participantes tuvieron la oportunidad de visitar y rodar, además de por el actual circuito de F1, por otras dos pistas míticas para el automovilismo nacional, como son el circuito urbano de Montjuic –cerrado a raíz de varios accidentes graves ocurridos en el GP de F1 de 1975– o el Autódromo oval de Terramar, en desuso desde los años 50 del pasado siglo.
![]() Con el fin de celebrar el 40º aniversario de su Centro de Diseño –que fue inaugurado en Martorell, Barcelona, en 1975 y en el que, en la actualidad, trabajan cerca de 1.000 ingenieros–, Seat llevó al Espíritu de Montjuic 12 de los prototipos más importantes para la marca. Así, bajo una enorme carpa, los visitantes pudieron admirar desde el Seat Córdoba Cabrio de 1996 –una propuesta para un descapotable a realizar sobre la segunda generación del Ibiza– a la berlina IBL que, presentada en el Salón de Frankfurt de 2011, mostraba los trazos maestros de los futuros Seat. Tampoco faltaron prototipos emblemáticos de la marca como el Fórmula, un roadster biplaza presentado en el Salón de Ginebra de 1999; el Bolero, que allá por 1998 planteaba cómo podría ser una berlina deportiva de Seat; los Salsa y Salsa Emoción, que ya en 2000, y diseñados por la mano de Walter de Silva, anunciaban los rasgos más tarde vistos en el León II o el Altea; ni, por supuesto, los Seat Tribu –2007– y IBX –2011–, que adelantan los trazos del SUV compacto que la marca española presentará a lo largo de 2016. Los visitantes pudieron disfrutar también del concept descapotable Seat Tango –2001–, del Altea Freetrack Prototipo –2007; anticipó la versión SUV del monovolumen español, aparecido ese mismo año–, del Seat IBE –2010– o, incluso, del Ibiza Cupster, una variante descapotable del Ibiza Cupra presentada en la edición 2014 del salón de tuning austriaco de Wörthersee –www.woertherseetreffen.at–. Puedes encontrar más info sobre los prototipos que presentó Seat en http://bit.ly/1ECTEfd.
Además de todos estos prototipos, y de cara a contentar a los amantes de los clásicos ´al uso´, Seat no dudó en acompañar estos concepts con unidades en perfecto estado de modelos básicos para entender su historia; como los 600, 850 Spider, 124 Sport, 127, 131 ó 1.500. |