PAMPLONA
Las instalaciones de Volkswagen en Pamplona tienen una extensión de 1.630.000 metros cuadrados, de los cuales 303.600 corresponden a las líneas de producción. En esta factoría se producen casi todos los Volkswagen Polo del mundo. Además de coches, en Pamplona también se montan motores. Llegan en forma de ‘short engines’ -motores sin los órganos auxiliares montados- y se acaban de ensamblar en la planta. Esta factoría nació en 1965 bajo el nombre de AUTHI -Automóviles de Turismo Hispano Ingleses-, y el primer coche que se fabricó en ella fue el Morris 1000. Nueve años mas tarde, la planta fue adquirida por SEAT, y en ella se fabricó el Seat 124. Después, en 1982, con la compra de SEAT por parte de Volkswagen, y debido a los malos resultados económicos de la marca española, la planta se transfirió de Seat a VW. Actualmente, la planta de Pamplona goza de un elevado prestigio dentro del Grupo VW, y participa en la definición del proceso de producción de cada generación del Polo -al resto de factorías encargadas de la producción de este modelo en el mundo, eso les viene dado-. Desde el comienzo de la su actividad fabricando el Polo, la planta de Pamplona ha producido más de 6,5 millones de unidades de este urbano, que comparte plataforma con el Seat Ibiza y el Audi A1.
El grueso mundial de la producción del Polo se lleva a cabo en la factoría navarra de VW, de la cual salen anualmente unas 290.000 unidades de este urbano y se exportan alrededor de un 92% de ellas. La actual generación del Polo data de 2009, pero recibió un restyling a mediados de 2014 que modernizó su aspecto y su gama de motores; compuesta por mecánicas gasolina de 60 a 192 CV y diésel de 75 y 90 CV, aunque llegarán más propulsores en 2015. Con todo, el Polo sigue siendo la referencia entre los urbanos por su calidad de construcción y excelente comportamiento. Actualmente, se vende desde 11.395 euros.