Si algo ha demostrado Fernando Alonso en los últimos años es que no le asusta arriesgarse y afrontar nuevos retos deportivos sobre cuatro ruedas. Después de la exitosa experiencia en las carreras de resistencia en circuito, en las que ha cosechado dos victorias en las 24 Horas de Le Mans y un campeonato del Mundo y la no tan brillante experiencia en las Indy Car Series, el ovetense ha dado un paso más.
Su vinculación con Toyota en las carreraas de resistencia le puso a tiro un asiento en la estructura actualmente más potente del Dakar y con el vehículo, probablemente, más fiable y competitivo. No en vano, el Hilux fue el ganador de la pasada edición del Dakar en tierras americanas, pilotado por Nasser Al Attiyah.
Alonso maduróa la decisión de dar el salto a los rally raids y se preparó durante el último trimestre de 2019, con un programa competitivo y diferentes test que le permitieran llegar en la mejor disposición al Dakar, que este año cambia de escenario y tiene lugar en Arabia Saudí.
Para esta aventura, ha decidio acompañarse de toda una leyenda el Dakar, Marc Coma, cinco veces ganador en la categoría de motos y ex director técnico de la prueba, pero debutante en el asiento de la derecha de un coche de raids, al menos al más alto nivel.
El primer campeón del Mundo de Formula 1 en el Dakar
La nómina de pilotos de Formula 1 que han participado en el Dakar no es corta y destaca, sobre todos, Jacky Ickx; el belga llegó a conquistar dos subcampeonatos del Mundo de F1 y cosechó magníficos resultados en el rally más duro del mudo, logrando la victoria en 1983 a los mandos de un Mercedes G. Pero, el piloto asturiano es el primer campeón del Mundo de F1 que toma la salida en el Dakar.
Aunque de todos es conocida la ambición competitiva de Alonso, él es el primero en reconocer que su experiencia en esta disiciplina no es la suficiente como para erigirse en candidato a la victoria final y él mismo, se marcaba como objetivo terminar el rally y adquirir la experiencia necesaria para poder afrontar la carrera en un futuro con opciones de victoria.
Debut de Alonso en el Dakar
En el primer día de carrera, Alonso y Coma se dejaron casi 15 minutos con el ganador de la etapa, el lituano Zala Vaidotas, en la que era su primera toma de contacto con la carrera. Al día siguiente, la pareja española se despedía de cualquier opción de triunfo final después de sufrir un impacto contra una piedra que les tuvo parados durante dos horas, llegando a la meta con más de dos horas y media de retraso respecto al ganador de la etapa, el sudafricano Giniel de Villiers, compañero del equipo Toyota Gazoo Racing.
En la tercera etapa –un bucle de 504 kilómetros cronometrados con inicio y fin en Neom–, Alonso cosechó una notable actuación, logrando una meritoria cuarta posición final en una etapa en la que la victoria era para Carlos Sainz, que, de esta manera, presentaba –más seriamente, si cabe– su candidatura al triunfo final y se colocaba líder de la general.
Después de esta buena actuación, en la cuarta etapa el asturiano no pudo mantener el ritmo mostrado en la jornada anterior y, desde el principio, de la misma ha ido perdiendo tiempo con los primeros clasificados. En espedcial con el francés Stephane Peterhansel, ganador de la etpa, con quien nAlonso se dejó más de 26 minutos en la línea de llegada. Al final de esta cuarta especial, Alonso y Coma ocupaban la vigésima posición de la general.
En la quinta etapa Alonso siguió mostrando su progresión, pese a sufrir otros dos pinchazos, fianlizando en séptinma posición y escalando puestos en la general. El ovetense se dejó 12 minutos con el ganador de la etapa, Carlos Sainz, y en algunos momentos dio muestras evidentes del ritmo que es capaz de mantener, al ceder menos de un minuto entre los way point 3 y 4, separados por más de 100 kilómetros.
Para cerrar la primera mitad de la carrera, Fernando Alonso firmó en la sexta etapa una especial de 477 kilómetros en las que consiguió rodar muy cerca de los pilotos de cabeza –perdió siete minutos con el ganador de la etapa, Peterhansel–, pero, rodó casi en los mismos tiempos que compañeros de equipo consagrados en esta disciplina como Al Attiuyah o Yazeed Al-Rajhi.
En su primera toma de contacto con las grandes dunas saudíes, en la séptima etapa –entre Riyad y Wadi Al Dawasir– Fernando Alonso pudo rodar en las primeras posiciones y ceder solo siete minutos con Carlos Sainz, dominador de la etapa y líder de la general.
En la octava etapa, un recorrido marcado por las dunas, Alonso mostró su capacida de adaptación al volante de cualquier vehíulo con cuatro ruedas y firmó la qu,e hasta ese momento, era su mejora ctuación en el Dakar. Terminó segundo a cuatro minutos del francés Serradori. El asturiano y su copiloto, Marc Coma, se vieron beneficiados por la ausencia de las huellas de las motos –ese día se suspendió la etapa para las motos– que hizo la navewafción más complicada para los primeros pilotos en tomar la salida, los primeros de la clasificación, por lo que el asturiano les pudo ganar tiempo en la línea de meta.
Al término de esta joranada, el asturiano reconocía el magnífico trabajo en la navegación realizado por MArc Coma y se mostraba encantado con las dunas: «Curiosamente las dunas, pese a ser algo desconocido, me están gustando mucho, de hecho es lo que más me está gustando, no sé muy bien por qué».
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