Cuando fue presentado el nuevo Fiat 500, allá por 2020 y en sustitución del que se vendía desde 2007, fue renombrado como 500e porque sería exclusivamente eléctrico.
Y en una época en la que parecía que la electrificación avanzaría quizá más rápido de lo que lo está haciendo, la marca italiana aseguraba que no habría un 500 de gasolina.
Cinco años después, Fiat ‘se la envaina’ y nos sorprende con la buenísima noticia de que sí que habrá un Fiat 500 de gasolina. De hecho, ya está fabricando las preseries y su lanzamiento es cuestión de semanas.
No será un Fiat 500 de gasolina normal, sino uno microhíbrido, como el de anterior generación. Y también se llamará Fiat 500 Hybrid.
¿Qué motorización llevará?
Esto es algo que Fiat no ha desvelado aún y que puede dirigirse en dos direcciones. Por un lado, sería bastante lógico pensar que el nuevo Fiat 500 Hybrid equipara el kit microhíbrido que ya lleva el Fiat Panda Hybrid, compuesto por un motor 1.2 de gasolina de 100 CV y un propulsor eléctrico de 29 CV.
Sin embargo, este Panda Hybrid lleva cambio automático y, tal y como podemos ver en las imágenes del interior del nuevo Fiat 500 Hybrid, ahí hay un cambio manual.
De modo que nos inclinamos a pensar que este nuevo Fiat 500 Hybrid hereda el conjunto microhíbrido de su antecesor, compuesto por un propulsor 1.2 de gasolina de 69 CV y un motorcillo eléctrico de 5 CV integrado en una red eléctrica de 12V.
Puede que, incluso, inspirándose en la idea de Mini, el nuevo Fiat 500 Hybrid no sea una versión híbrida del 500e, sino más bien la continuidad del antiguo Fiat 500 Hybrid de anterior generación pero ‘vestido’ con el aspecto de la nueva generación eléctrica.
Pero bueno, todo eso está por ver. Pronto conoceremos si el nuevo Fiat 500 Hybrid se basa en el anterior modelo o no, y también sabremos qué motorización híbrida equipa.
En cualquier caso, es una fantástica noticia. No es que el Fiat 500e 100% eléctrico sea caro, puesto que por 26.500 euros no puede considerarse así, pero una versión Hybrid le posicionará probablemente por 20.000 euros y le permitirá recuperar el volumen de ventas que, como es lógico, ha perdido renunciando a la gasolina.
También le proporcionará una usabilidad diferente, volviendo a ser un coche planteable para un tipo de público para el cual un Fiat 500 eléctrico no es una opción, ya sea por precio o por sus limitaciones de uso fuera de la ciudad.
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