La sostenibilidad se ha convertido en uno de los pilares más importantes en el mundo de la automoción. Y una parte fundamental es la electrificación que, a día de hoy, se concibe como el método más factible de alcanzar las 0 emisiones. A medida que la tecnología de baterías ha avanzado y los costos han disminuido, los vehículos eléctricos se han vuelto más accesibles para los consumidores, lo que ha acelerado su adopción en todo el mundo.
Para poder llegar a ser sostenible se está realizando una transición hacia la electricidad impulsada por las regulaciones que se están imponiendo en los países y especialmente en Europa. Para analizar cómo se encuentra la situación Greenpeace realiza cada año un ranking en el que evalúa el progreso hacia la descarbonización de las marcas de automoción.
El informe de Greenpeace ha analizado a los 15 principales fabricantes de automóviles a nivel global abordando varios factores, que incluyen la eficiencia en la producción de vehículos, las emisiones en la cadena de suministro, la transición hacia vehículos eléctricos, objetivos de ventas eléctricas y el desarrollo de infraestructuras de recarga sostenible. Para hacer una evaluación global y poder realizar un ranking se les da una puntuación genérica de 0 a 100.
Clasificación de marcas de coches según Greenpeace
El aspecto más destacado de este informe radica en que ninguna de las marcas logra obtener un ‘aprobado’, ya que no superan el umbral de aprobación de 50 puntos. La marca mejor posicionada es Mercedes-Benz que sobresale con una valoración general de 41,1, seguida de cerca por BMW, que obtiene 40 puntos. A continuación, se sitúan SAIC, cuya puntuación se ve limitada debido a su progreso lento en la descarbonización de su cadena de suministro, seguidos por Ford y General Motors.
Por otro lado, Toyota ha sido criticada por su bajo porcentaje de vehículos eléctricos vendidos en 2022, y Suzuki, que ha obtenido la puntuación más baja en el ranking, por falta de coches eléctricos en su gama, enfrenta una evaluación crítica.
Ada Kong, subdirectora del programa de Greenpeace para Asia Oriental, ha destacado: «Los principales fabricantes de automóviles deben acelerar la transición para alejarse de los combustibles fósiles, en lugar de jactarse de su pequeña participación en las ventas de vehículos eléctricos. Marcas como Toyota y Hyundai se enfrentan a una amenaza de mercado muy real por parte de fabricantes de vehículos totalmente eléctricos como Tesla y BYD, pero ante la evolución de la tecnología, se están demorando”.
Greenpeace, centrada en reducir la huella de carbono de los automóviles de combustión, está solicitando firmas para presionar a las marcas de coches a tomar medidas concretas. Entre las demandas se incluyen la eliminación de la venta de vehículos de combustibles fósiles para 2030 (2028 en Europa), cambios hacia vehículos más pequeños, livianos y eficientes en energía, la reducción de emisiones en la cadena de suministro, la minimización del uso y reciclaje de minerales de baterías, y la garantía de una transición justa para los trabajadores de la industria, entre otros.
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