La décima generación del compacto japonés, a la venta en Europa desde 2017, destaca por su mayor tamaño, sus líneas más agresivas y angulosas, y por sus novedosos sistemas de seguridad. Además de esto, Honda va ampliando poco a poco la gama de opciones mecánicas para el Civic con el objetivo de satisfacer las demandas de sus clientes.
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La última novedad que ha llegado al apartado mecánico es la nueva caja de cambios automática para el motor diésel. Cabe recordar que este bloque DTEC de 1.6 litros y 120 caballos de potencia apenas lleva en el mercado desde el mes de febrero, ya que hasta ese momento la gama Civic estaba compuesta únicamente por motores gasolina.
Así, el propulsor diésel i-DTEC de 1.6 litros y cuatro cilindros con una potencia de 120 CV y un par máximo de 300 Nm, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 10,5 segundos, podrá combinarse con una caja de cambios automática de convertidor de par y nueve relaciones. Este cambio automático 9AT del Civic diésel tiene una primera corta y marchas altas de desarrollo muy largo. Además, Honda ha trabajado para que el modelo sea capaz de bajar hasta cuatro marchas de golpe al pisar el acelerador a fondo con el objetivo de engranar la marcha más corta posible para transmitir la máxima potencia. Este proceso en los coches automáticos es más conocido como ´kickdown´.
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En lo relativo a las prestaciones, el motor diésel con la caja de automática baja levemente con respecto al mismo propulsor en versión manual. Así, este Honda Civic acelera de 0 a 100 km/h en 11,0 segundos y alcanza los 200 kilómetros hora de velocidad punta. Asimismo, homologa un consumo medio de 4,1 l/100 km por los 3,5 l/100 km del manual.
