El Honda CR-V (de Confortable Runabout Vehícule; que se traduce como vehículo confortable que puede circular por dónde sea) lleva a la venta desde 1995. Y desde entonces, generación a generación, ha ido creciendo en tamaño y, ahora, el nuevo y sexto Honda CR-V, que se establece en el segmento D-SUV, alcanza los 4,71 m de largo, 1,87 m de anchura y 1,67 m de altura.
Además, la sexta generación del Honda CR-V sólo se comercializará con una versión híbrida (denominada E:HEV y disponible en tracción delantera y total) y otra híbrida enchufable (E:PHEV, disponible únicamente con tracción delantera). Así las cosas, y con estas motorizaciones, se establece como un rival directo para modelos con propulsores similares como el Nissan X-Trail (4,68 m), Renault Espace (4,72 m, lee aquí nuestra prueba), el Hyundai Santa Fe (4,79 m) y en menor medida, y por ser más pequeños, de los Toyota RAV4 (4,60 m) o Volkswagen Tiguan (4,51 m).
El nuevo Honda CR-V resulta ahora 10 cm más largo que la anterior generación, algo que le permite aumentar el espacio interior (la distancia entre ejes crece 38 y 39 mm respectivamente para las versiones 4×2 y 4×4) y el maletero (que crece hasta los 595 L en el híbrido y 635 L en el PHEV si se tiene en cuenta el espacio disponible bajo el suelo del maletero). Pero con lo que, también, logra un aspecto más atlético y dinámico que su antecesor.
Honda CR-V 2023: dos configuraciones mecánicas
Ya hemos indicado que el Honda CR-V se venderá con dos mecánicas, una híbrida y otra híbrida enchufable. Pero lo más curioso es que, en ambas versiones, el CR-V equipa un motor térmico de 2.0 L y 148 CV, de ciclo Atkinson y de inyección directa de gasolina que envía energía a un pequeño motor eléctrico que, a su vez, actúa de generador para proporcionar energía al motor eléctrico principal, de 135 kW/184 CV y 335 Nm de par, que es el que moverá habitualmente las ruedas en ambas versiones. El motor térmico sólo pasará a accionar las ruedas directamente en momentos de máxima demanda de potencia, en los que también contará con la asistencia del motor eléctrico principal.
Además y, en esos momentos, el CR-V podrá seleccionar dos relaciones de transmisión: una larga, para altas velocidades; y una corta, para circular a baja velocidad o, en el CR-V híbrido enchufable, que permite activar un modo de asistencia específica para remolque (denominado Tow); que permite que el CR-V hibrido enchufable active la recarga de la batería en previsión de pendientes y que, uniendo la potencia de ambos motores y el plus de la batería, pueda remolcar hasta 1.500 kg. Sin este modo, el Honda CR-V HEV tan sólo puede remolcar 750 kg.
En términos técnicos, la versión HEV equipa una batería de 1,1 kWh situada bajo el suelo del maletero y, la versión PHEV, otra de 17,7 kWh que, colocada bajo el habitáculo y entre ambos ejes, permite que el Honda CR-V recorra hasta 82 km libre de emisiones. Esta última se puede recargar conectada a una toma de corriente, mediante un cargador embarcado de 6,7 kW (en el coche, la toma de corriente se encuentra en la aleta izquierda) que permite la recarga completa en unas dos horas y media (en un wallbox de 2,3 kW, en casi ocho horas). Además, el Honda CR-V incluye una función Charge por el que también se puede recargar la batería a través del uso del motor térmico e incluso programar el llegar a un destino con una determinada carga de batería… por si, en él, hemos de movernos en modo eléctrico.
En cuanto a las prestaciones y consumos, la versión hibrida del Honda CR-V 2023 declara una velocidad máxima de 194 km/h, una aceleración de 0 a 100 km/h en 9,0 segundos y un consumo medio de 5,9 L/100 km. Eso para la versión con tracción 4×2, porque los datos para la versión 4×4 son, respectivamente, 187 km/h, 9,5 seg y 6,7 L/100 km. Cosas de que el 4×2 pese 1.750 kg y el 4×4 67 kg más.
Honda CR-V 2023: así es por dentro
Por su parte, el Honda CR-V híbrido enchufable alcanza los 195 km/h, acelera de 0 a 100 km en 9,4 segundos y declara un consumo medio de 0,8 L/ 100 km… o de 6,2 L/100 km cuando circula con la batería agotada. ¿El peso del CR-V PHEV? 1.916 kg.
El interior del Honda destaca por un diseño sencillo y elegante, basado en líneas horizontales que rompe una pantalla multimedia que, frente a la actual tónica general, tan sólo ofrece 9” pulgadas de tamaño. Se ve bien, pero incluye en el lateral izquierdo una serie de botones táctiles que, en 2023, ya desentonan un poco con los salpicaderos más tecnológicos de sus rivales. Por cierto, el cuadro de instrumentos también es una pantalla, en este caso de 10,”.
Bajo las líneas generales del salpicadero y de la pantalla, Honda ha ubicado una amplia línea, con forma de panel de abeja, en la que se sitúan los aireadores, que se controlan mediante pequeñas palancas de orientación. En el salpicadero también encontramos tres grandes botones para la gestión de la climatización y, bajo ellos, un gran hueco portaobjetos que también incorpora un cargador inalámbrico para el móvil y sendas tomas USB C.
Tras estos, se ubica la consola del cambio, en el que se encuentran los mandos por botón para manejar el cambio automático, el accionador del freno de mano eléctrico y el programa de gestión de modos de conducción, que incluye hasta cuatro programas: Normal, Econ, Sport y Snow. El PHEV añade además otro modo específico para arrastrar un remolque: Tow.
En las plazas delanteras, y pese a lo voluminoso de la consola central, dos adultos de 1,90 o más viajarán con absoluta comodidad. Además, los reglajes de los asientos son eléctricos y todos los mandos tienen una disposición lógica y quedan a mano. En cuanto a la calidad de materiales, los plásticos son en su gran mayoría blandos y están texturizados, a la vez que ofrecen ajustes muy logrados. Eso sí, su apariencia es muy sobria, lo que ensombrece el aspecto general del conjunto respecto a otros rivales más llamativos. Una pena.
Debido al aumento de la distancia entre ejes, la marca japonesa señala que, en las plazas traseras, el nuevo Honda CR-V ofrece ahora hasta 16 mm más de espacio para las piernas. Teniendo en cuenta que, como en el anterior modelo, este Honda permite regular en profundidad las plazas traseras hasta en 19 cm, el espacio, que ya era muy notorio en el actual modelo, es ahora aún mejor.
Además, Honda ha mejorado el sistema de inclinación de los respaldos, que ahora se reclinan hasta 10,5º más, permitiendo una posición final de reclinado perfecta para relajarse o dormir. En cuanto a la altura de las plazas traseras, hay que señalar que todos los Honda CR-V, en cualquiera de sus tres acabados (Elegance, Advance y Advance Tech) incluye ya de serie techo solar; lo que siempre resta algunos centímetros a la altura disponible.
En este caso, esto supone que, sólo con los asientos traseros en su postura más vertical, un adulto de más de 1,88 m podría llegar a rozar con la cabeza en el techo. Pero a poco que recline los asientos, la forma cóncava de la parte posterior del techo hará que haya espacio suficiente para las cabezas incluso de adultos de más de 1,90 m.
El Honda CR-V 2023 se puede solicitar en seis tonos de pintura exterior; uno dorado, específico para la versión PHEV
La anchura de las plazas traseras es notoria, y la ausencia de un túnel de transmisión que sobresalga en altura ayuda y mucho a la posible ocupación de la plaza central trasera (por ejemplo), entre el fin de la consola central y el inicio de la butaca de asientos hay espacio para unos pies de talla 44 ó 45, pero tanto la butaca como el respaldo de la plaza central sobresalen y hacen que una persona que viaje en ellos no lo haga cómoda. ¿El resultado? Qué como en la inmensa mayoría de los vehículos actuales, la plaza central trasera queda relegada a un uso infantil.
En cuanto al maletero, este presenta formas regulares, un plano de carga relativamente bajo y, en su interior ganchos y argollas para sujetar la carga… aunque no tiradores para abatir los asientos traseros desde el vano portaequipajes. En cuanto a su capacidad, ésta varía entre el híbrido y el híbrido enchufable. ¿El motivo? En este último la batería va situada entre ambos ejes, pero el híbrido la lleva bajo el hueco del maletero. Por eso, el híbrido ofrece hasta 587 L de capacidad de carga y el PHEV, 617 L. Las cifras aumentan hasta los 595 y 635 L respectivamente si añadimos el espacio disponible bajo el suelo del maletero.
Honda CR-V 2023: dos versiones y tres niveles de acabado
Citábamos antes los tres niveles de acabado (Elegance, Advance y Advance Tech) y, desde el inicial, el Honda CR-V ya viene muy equipado. Así el acabado Elegance, disponible sólo para el híbrido con tracción 4×2, ya incluye techo solar, cargador inalámbrico de móvil, tapicería en símil piel, navegador, llantas de 18”, raíles de techo, portón del maletero eléctrico o asientos delanteros calefactables.
A lo anterior, el acabado Advance (sólo disponible para el híbrido 4×4) suma asientos ventilados, asiento del conductor eléctrico, luces largas automáticas, volante calefactable, equipo de audio Bosé, Head Up Display o cámara trasera multivisión.
Por último, el acabado Advance Tech, el único disponible para el PHEV, incluye también cuatro sensores de aparcamiento, suspensión adaptativa, y cambios estéticos como las llantas de 18” en color negro, y retrovisores y parrilla frontal en este mismo tono.
Además, este nuevo CR-V estrena el sistema de alertas a la conducción SENSING 360 que, respecto al SENSING ya conocido del anterior CR-V, mejora su cámara frontal (ahora, con mayor ángulo de detección de peligro mediante reconocimiento de imágenes) e incluye cuatro radares en las esquinas que proporcionan al vehículo capacidad para recibir alertas de todo lo que ocurre a su alrededor en 360º.
Honda CR-V 2023: cómo va
En Autofácil asistimos a la presentación internacional del modelo, que tuvo lugar en Oporto y donde pudimos probar, entre otros, la versión híbrida 4×2, la que según los responsables de Honda aglutinará la gran mayoría de las ventas en España.
De entrada, el Honda sorprende por el silencio logrado en su interior. Además de un notable aislamiento tanto sonoro como antivibraciones del habitáculo, sorprende la baja rumorosidad del motor térmico… cuando entra en funcionamiento.
Este aislamiento (que permite, por ejemplo, mantener una conversación a un volumen bajo con absoluta tranquilidad) ayuda a lograr muy rápidamente una sensación de confort en el Honda CR-V 2024, algo que aumentan elementos como el cambio automático, suficientemente rápido pero de funcionamiento siempre suave; o una suspensión que, si bien cuenta con una amortiguación firme que controla los movimientos de la carrocería (ya sean de balanceo en curva como de cabeceo al frenar), resulta cómoda e incluso ofrece unos recorridos de oscilación algo amplios al pasar por las irregularidades del terreno.
Esta cuestión, que sorprende ligeramente al principio, no supone ninguna merma en la dinámica del vehículo y, a poco que transcurren los kilómetros, el conductor se olvida de la misma. Y hablando de dinámica, aunque las carreteras de curvas no son el elemento natural del HR-V, no se defiende mal en ellas. Con 1.750 kg de peso, el CR-V híbrido mantiene en tipo en giros cerrados, ya sean rápidos o lentos (en los que inevitablemente, las inercias se dejan notar algo más). Y a eso ayuda una dirección poco desmultiplicada, con 2,4 vueltas de tope a tope y que sorprende por la resistencia del volante en los giros; una sensación cada vez menos habitual en la era de las direcciones eléctricas, pero que otorga cierto tacto premium al coche. De nuevo, con el paso de los kilómetros, el conductor se hace perfectamente a ella.
Una cuestión a resaltar es el tacto del freno. En contra de la tendencia general de los equipos de frenos de los coches híbridos, en el Honda CR-V no se distinguen varias fases de frenada, sino que la mordida de los frenos sorprende por lo homogénea y dosificable que resulta desde el principio del pedal. Muy notable, aunque dado el peso del conjunto, una mayor mordiente al final del recorrido del pedal rizaría el rizo.
Sin embargo, existe un detalle que, en marcha, no nos ha gustado nada. Y es que, cuando se acciona el intermitente, el sistema de cámaras muestra la imagen del carril anexo al que señala el intermitente. Y no lo hace en los relojes del cuadro de instrumentos, como ocurre en los Kia y Hyundai; sino que lo hace en la pantalla central multimedia… lo que puede hacer que, si estás siguiendo una ruta en el navegador, dejes de verlo hasta que quites el intermitente… y te pases una salida. Afortunadamente, los responsables técnicos de Honda nos indicaron que era una función que se podía desactivar.
En cuanto a los consumos; durante la jornada pudimos realizar un recorrido con algo de autopista pero mayoría de carreteras secundarias, en el que el tráfico nos impidió llevar un ritmo muy vivo. Con ello, el Honda CR-V 4×2 logró finalmente un consumo de 5,7 L/100 km. Y la versión 4×4, que se nota más sensible a las pendientes, aunque también más precisa en curva; de 6,5 L/100 km.
Honda CR-V 2023: sus precios… son elevados
Honda ya acepta pedidos del nuevo Honda CR-V 2023. Y las primeras unidades de estos vehículos se entregarán el próximo mes de octubre.
Motorización y versión | PVP recomendado |
Honda CR-V E: HEV 4×2 Elegance | 51.545 euros |
Honda CR-V E: HEV 4×4 Advance | 56.565 euros |
Honda CR-V E. HEV 4×2 Advance Tech | 61.760 euros |
El Honda CR-V es un buen coche. Bien hecho, amplio, con tecnología, seguro y eficiente. Y ojo, que de serie ya incluye mucho equipamiento. Pero hay que señalar que, dentro del mercado de los SUVs de su tamaño y con motorizaciones hibridadas, su precio queda por encima de la media.
Y si no, baste con comparar la que será la versión más vendida, este híbrido 4×2 Elegance, con las versiones híbridas de modelos como el Ford Kuga FHEV 190 CV (que cuesta 38.463 euros), o los ya citados Toyota RAV4 híbrido de 218 CV (39.900 euros) o Renault Espace E-Tech full Hybrid de 199 CV (42.206 euros). Respecto a todos ellos, este Honda es 8.000 euros o más más caro.