No me gusta mucho tener que escribir esto. Y eso habla bien de los productos de lo que voy a hablar porque escribo para contar que se van. Los Hyundai i20 N e i30 N, que son dos de los mejores deportivos en sus respectivos segmentos, se van para no volver.
¿La razón? El compromiso de Hyundai es que en 2035 sus coches sean 100% eléctricos y eso significa que los deportivos ya no tienen lugar. Bueno, en realidad sí, pero con impulsión eléctrica. De hecho, ya ha presentado el brutal Ioniq 5 N de 650 CV y prestaciones casi vergonzosas.
De modo que si quieres un Hyundai i20 N o un i30 N debes darte mucha, pero que mucha, prisa. Porque de hecho te llevarías uno de los ultimísimos que van a existir. Y harías bien, créeme.
El Hyundai i20 N es un urbano deportivo con motor 1.6 turbo de 204 CV. Su valor no está en lo que corre (que encima es bastante), sino en las sensaciones que es capaz de transmitir siendo relativamente sencillo en lo que a tecnología se refiere. Sólo el Ford Fiesta ST, que ya no se vende, ha podido hacerle cara en ese sentido. Es un coche tremendamente divertido y su precio no es un desmadre: 32.690 euros.
Luego tenemos el Hyundai i30 N, que también es uno de los deportivos más emotivos dentro de su propio segmento, que en este caso es el de los compactos. Modelos como el Cupra León VZ 300 o el Ford Focus ST son dos de sus principales rivales por concepto y precio.
Y en el caso del i30 N hay diferentes versiones, tanto de motor como de carrocería. De lo segundo está la versión Hatchback y Fastback, mientras que de motor, siempre basándose en un bloque 2.0 turbo, hay dos escalones de potencia asociadas a distintas configuraciones de chasis. Dan 250 CV la más modesta y 280 CV la superior. Su precio parte de 38.000 euros.
En los dos casos hablamos no de los modelos deportivos más veloces entre su competencia (aunque corren mucho), pero sí de los más efectivos en conducción deportiva a la par que de los más emocionantes de conducir. Si quieres coches utilizables en el día a día pero que al mismo tiempo te lo hagan pasar como un gorrino revolcándose en el barro cuando se trate de correr, en los dos tienes una gran alternativa.
Por desgracia se van. Al menos, nos quedará el consuelo de haberlos disfrutado durante un tiempo. Y siempre quedará para ellos el mercado de segunda mano, en el que posiblemente se devalúen menos de lo esperado teniendo en cuenta que hablamos de los últimos Hyundai N de combustión.
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