El parque automovilístico español ya supera los 12 años de antigüedad, y la tendencia es que siga subiendo moderadamente. Esos coches ya deben pasar la ITV de forma anual (así es a partir de los diez años, mientras que entre los cuatro y los seis años se pasa de forma bianual).
Y, en una sociedad en la que las normativas de emisiones contaminantes son cada vez más restrictivas, la prueba de gases en la ITV adquiere más importancia. En esencia, es sólo una prueba más que se suma a las de iluminación, frenado, estado de los ejes, neumáticos, etc. Pero es diferente en función de si el vehículo es de gasolina o de gasóleo.
Cuál es la documentación necesaria para pasar la ITV
¿Puede multarme la DGT por tener un coche sin ITV aparcado en la calle?
Lo que tienen en común es que el primer paso es introducir una sonda por el silencioso de escape. En el primero de los casos, el técnico de la ITV te pedirá que mantengas el motor a unas 2.500 rpm sostenidas durante aproximadamente 30 segundos. En ese tiempo, la máquina analiza la composición y nivel de los gases.
Si el coche es diésel, la prueba es más crítica, sobre todo cuando hablamos de automóviles viejos. En este caso, la prueba consiste en acelerar el motor hasta el corte y mantenerlo ahí unos tres segundos. El opacímetro analiza la opacidad de los gases y da un valor… que puede estar dentro de los límites aceptados o no.
¿Qué puedo hacer para superar la prueba de los humos?
Entonces, ¿cómo puedes garantizarte que superarás esta prueba? En realidad, de ninguna manera. Sin embargo, aparte de que el motor reciba el correcto mantenimiento periódico, hay algunos trucos que puedes llevar a cabo para minimizar los riesgos de no superar la prueba.
Ten en cuenta que si no la superas, te darán la ITV como desfavorable con la consecuente inhabilitación del vehículo para circular. A partir de ese momento, tendrás dos meses para reparar la avería y volver a la inspección… o te darán el coche de baja en Tráfico. Llegado a ese punto se podría rehabilitar con posterioridad, pero conviene no meterse en esos jardines. Lo bueno es que, si en esos dos meses no te ha dado tiempo a repararlo, puedes pedir una prórroga en la propia estación de ITV.
Comprueba que no haya fugas en el escape
Otra comprobación que puedes hacer es que no haya fugas en el sistema de escape que ‘contaminarían’ la medición. Para ello, coge un trapo y, con el motor al ralentí, tapona el escape. Si el motor tiende a ahogarse es buena señal. Si escucha un soplido, es que hay alguna pequeña fuga por la que se escapan los gases.
Los aditivos pueden ayudar
También puedes añadir algún aditivo específico para reducir los gases de escape, como los que fabrican compañías especializadas como Wynn’s, Metal Lube o STP. Cada uno especifica cómo debe ser usado en sus instrucciones, pero lo normal es vaciar el bote en el depósito de combustible cuando este esté a un cuarto de llenado y circular hasta la reserva. De esta manera, el producto llegará al filtro de partículas y al catalizador en forma de gas y lo limpiará. Eso sí, estos productos son efectivos para reducir un poco el nivel de gases, pero no son milagrosos si existe alguna avería en el sistema.
Imprescindible: calienta el escape
Ahora bien, ¿cuál es el truco principal para superar la prueba de gases? Calentar al máximo el sistema de escape y limpiarlo de carbonilla, algo especialmente importante en los vehículos diésel dotados de filtro de partículas. Antes de ir a la ITV, date una vuelta de al menos 20 km manteniendo el motor bien alto de vueltas, incluso acelerando a fondo y apurando alguna marcha corta hasta cerca del límite. Así, se inyectará más combustible en el motor, lo cual producirá un mayor flujo de gases que descarbonizará el escape. Este truco no es infalible, pero te ayudará a superar la prueba si tu coche está cerca del límite de no lograrlo.