Según la nota de prensa de la marca, el nuevo Jeep Compass podrá asociarse a 17 motorizaciones para cubrir los gustos de todos los territorios en los que se ponga a la venta. De momento, los propulsores disponibles son dos de gasolina: un 2.0 Turbo y el ya conocido 2.4 Tigershark. Eso sí, a Europa llegarán seguro mecánicas diésel: se rumorea que la marca tiene preparado un 2.0 MultiJet II de 172 CV con transmisión automática de nueve velocidades. Además, las versiones de gasolina serían únicamente de tracción delantera, mientras que las de gasóleo podrían escoger entre ésta o una a las cuatro ruedas. Entre el equipamiento opcional podrán escogerse extras como sensores de lluvia y luces, asistente de aparcamiento, asientos calefactables, tapicería de piel, navegador, control de crucero, etc.
En lo referente al diseño, es bastante similar al de un Grand Cherokee, aunque incorpora una parrilla algo más estrecha que la de éste. Interiormente tendrá una instrumentación bastante clara, con una gran pantalla táctil entre las rejillas de la climatización como elemento más llamativo. En este sentido, medirá 4,41 m de largo, 1,82 de ancho y 1,64 de alto, siendo la distancia entre ejes de 2,63 m -casi idéntica a la de la generación saliente-. Y a pesar de ser uno de los Jeep más orientado a su uso en carretera, contará en su gama con la versión Trailhawk, con protectores en los bajos, unos paragolpes especiales y mayor distancia libre al suelo.