Durante el tiempo en el que Muir ha sido presidente, Seat no ha conseguido escapar de las pérdidas año tras año, en gran medida debido a su dependencia del mercado español, que se ha hundido duramente en los últimos ejercicios y ahora se encuentra estancado por la fuerte crisis económica. Seat es la única filial del Grupo Volkswagen en números rojos. El objetivo era haber salido de esta situación para este año. En 2012, las pérdidas de Seat sumaron 30 millones de euros. Esto representa una mejora frente a años anteriores, ingresando un 21 % más que en 2011 gracias a la producción del Audi Q3 en la fábrica de Martorell, y a la mejora de las ventas fuera de España. En el comunicado emitido por Seat, la marca reconoce que Muir «ha impulsado con éxito la reorganización de la compañía».