Con una longitud de 3,88 metros, una anchura de 2,77 m y un altura de 1,35 m, el Provo es un todocamino aún más pequeño que los Opel Mokka, Nissan Juke, Mini Paceman, etc. El difusor trasero y las puertas son de fibra de carbono, y el techo cuenta con una decoración bitono. Lo más llamativo son los faros delanteros LED: Los 850 diodos programables pueden acdtuar indistintamente como luces de día, de cruce, de carretera… y también tienen la dudosa utilidad de proyectar dibujos. Las llantas de 19 pulgadas están montadas en unos neumáticos de medida 225/40 R19, y albergan unos frenos de disco perforados.
Dentro tiene una configuración 2+2, destacando los asientos delanteros fabricados en una sola pieza y la pantalla en la consola central que reúne todos los controles y ahorra mandos.
Dispone de un motor 2.0 gasolina de inyección directa y turbocompresor, que rinde 204 CV. Pero la verdadera innovación está en su tren de potencia: Mientras que la caja de cambios automática de doble embrague DCT transmite la potencia a las ruedas delanteras, para circular con tracción total recurre a un motor eléctrico en el eje trasero que añade 45 CV de potencia. Éste es capaz de funcionar de forma independiente, con lo que el Provo podría rodar con propulsión trasera y cero emisiones durante algunos kilómetros.
El Kia Provo ha sido íntegramente diseñado en Alemania, pensando en los clientes europeos. De momento es sólo un prototipo, y Kia no tiene previsto llegar a comercializarlo.