La picaresca no tiene límite y, en este caso, vuelve a demostrarse. De todos es sabido que hay clásicos con un elevadísimo valor de reventa. Uno de ellos es el Ferrari F40, un coche que en su día costaba 50 millones de pesetas -300.000 euros actuales- y cuyo precio hoy ronda el millón y medio de euros.
Aprovechando eso y la imagen de un reputado coleccionista como es Teo Martín, unos estafadores se han dedicado a anunciar un Ferrari F40 en algunas páginas de usados diciendo que esta unidad pertenece al propio Teo, cuando no hay nada más lejos de la realidad. Su modus operandi es sencillo: anuncian el coche con un precio de valor muy por debajo de su precio real y, una vez que el interesado ha picado el anzuelo, le encandilan enviándole todo tipo de documentación y hasta un contrato que, por supuesto, son falsos.
Para cerrar la supuesta compra, le piden al interesado una señal económica, metiendo además prisa con la excusa de que, al tener un precio tan bajo, tienen muchos interesados. Una vez que reciben la señal, no se vuelve a saber nada más de ellos.
El propio Teo Martín ha avisado del engaño tanto a través de sus redes sociales como de sus amigos y conocidos y, por supuesto, lo ha denunciado ante la Policía.
Un delito conocido como pishing car
Este tipo de estafas ya son bien conocidas por la Policía, que afirma que se da en coches de todo tipo, ya sean tan caros como un Ferrari F40 o en modelos más normales como un Audi A3, un BMW Serie 3… Suelen utilizar la imagen de coches muy demandados, y ofrecen todo tipo de fotos y documentaciones falsificadas y robadas.
Normalmente, ponen excusas como que están fuera de España para no poder enseñar el vehículo, y afirman que tienen muchos interesados debido a que el precio está muy por debajo de mercado. La señal que piden llega, en ocasiones, al 50% del valor del coche, y normalmente utilizan una cuenta bancaria extranjera para que se realice allí la transferencia. En algunos casos, incluso, llegan a pedir más dinero días después para gastos de gestoría, transferencia, etcétera.
Para evitar el fraude, los expertos aconsejan pedir fotos específicas, que tengan que hacer porque no las hayan hecho antes -como el estado de los neumáticos, de las pastillas de freno, de posibles deterioros de botones o tapicería…-, y también pedir un informe a la DGT para comprobar la identidad del comprador y si existe algún tipo de carga sobre ese vehículo. Asimismo, es importante solicitar el libro de mantenimiento, el permiso de circulación o la tarjeta de ITV.