Cómo elegir tu batería y cuidarla bien

Baterías de coche: consejos para comprarlas y que sean duraderas

Álvaro Sauras
Álvaro Sauras
La batería de 12 voltios es un elemento sujeto a degradación... y su fallo es probable al superar los cuatro años de edad. Te explicamos en qué fijarte para comprar una el día que falle.

Si la batería del coche ha llegado al final de su vida útil, no queda otro remedio que sustituirla por una nueva. Y en ese caso, estas son las cosas que debes de tener en cuenta. La primera es que es muy probable que el propio servicio de asistencia de tu seguro se ofrezca a venderte y sustituir la batería. No se trata, en absoluto, de una mala opción. Pagarás un sobreprecio (generalmente, inferior a los 100 euros), pero te ahorrarás las tareas de averiguar qué batería necesitas, la de ir a por ella, la de deshacerte de la usada y la de instalar la nueva.

No es la alternativa más barata, pero sí de la mejor para salir de un apuro, especialmente si la incidencia ocurre lejos de casa, durante un viaje o cuando el coche está mal estacionado. Lo que te recomendamos desde Autofácil es que inviertas parte del tiempo que tarde en llegar la grúa en comprobar el precio de la nueva batería en internet. De esta manera, sabrás tomar la decisión que más te convenga.

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Cómo comprar la batería del coche

Para saber por qué batería deberías decantarte, tienes que realizar una serie de comprobaciones muy sencillas… y toda la información que necesitas la vas a encontrar en la etiqueta de características de la vieja batería. La batería de repuesto deberá tener:

  • La misma tensión: Aunque todos los coches emplean baterías de 12 voltios, no todas las baterías son de 12 voltios. Existen baterías para camión que funcionan a 24 voltios, y algunas baterías de moto entregan 6 voltios de tensión. Algunos coche antiquísimos (como, por ejemplo, el Citroën 2CV) empleaban baterías de 6 voltios… aunque eso es anecdótico. Céntrate en elegir una de 12 voltios.
  • La misma intensidad máxima de descarga (o superior): Este parámetro se mide en amperios, y su símbolo es A. Determina la potencia máxima puntual que puede dar la batería. Cuanto más grande es el motor, más intensidad máxima se requiere durante el arranque. Los diésel también requieren más potencia que los gasolina. Este parámetro suele oscilar entre los 200 y los 300 amperios. Si instalas una batería de intensidad máxima inferior a la original, el arranque se producirá con dificultad (sobre todo, en tiempo frio) o directamente podría no arrancar. Además, la batería se degradará muy deprisa (se averiaría en seguida).
  • La misma capacidad (o superior): Este parámetro se mide en amperios-hora, y su símbolo es Ah. Mide la máxima cantidad de energía que puede almacenar la batería. Los coches con mayor consumo eléctrico (porque dispongan de más accesorios y equipamiento extra, un factor que suele estar directamente relacionado con el tamaño y el precio del coche) necesitan baterías de mayor capacidad. Este parámetro suele oscilar entre los 50 y los 100 Ah. Si instalas una batería con una capacidad inferior a la original, va a experimentar descargas más profundas de lo recomendable, y eso va a acelerar su degradación (se averiaría en seguida).
  • La misma tecnología (o mejor): Existen tres tecnologías de batería, en función de un componente interno llamado electrolito. Las más básicas son las baterías de electrolito ‘convencional’… y en el caso de estas, no verás nada especial escrito en la etiqueta. El segundo tipo es el de electrolito ‘mejorado’ o EFB. Estas baterías has sido mejoradas para soportar mejor las descargas reiteradas (muy frecuentes) y profundas (hasta alcanzar un voltaje bastante bajo), y se emplean, sobre todo, en coches que incorporan sistemas Stop&Start. El tercer tipo son las baterías de electrolito gelificado o AGM. Es el mejor tipo de batería, en el sentido de que puede soportar las descargas más intensas y frecuentes. No obstante, ten en cuenta que instalar una batería EFB o AGM en un coche que no la requiere de serie no te va a aportar una ventaja especial. Sin embargo, montar una batería normal en un coche que requiere una EFB o una AGM va a traerte problemas, porque se va a degradar muy deprisa (de nuevo, se averiaría en meses o semanas).
  • El mismo tamaño (o, al menos, el adecuado): Este es un aspecto MUY importante. La nueva batería debe caber en el soporte original. Y lo mejor es que la midas. Si tienes previsto ceñirte a los parámetros originales del fabricante, es prácticamente seguro que no vas a tener problemas con el tamaño… porque existe una relación directa entre intensidad máxima, capacidad y dimensiones. Sin embargo, si te aventuras a mejorar esos parámetros, es imprescindible que compruebes que la nueva batería cabe en el hueco de la antigua. Muchos fabricantes emplean el mismo soporte para diferentes tipos de baterías, de manera que es muy probable que, si la batería original de tu coche no era la más grande que montaba ese modelo… puedas instalar una de mayor capacidad e intensidad de descarga. Esa mejora no es imprescindible… pero alargará la vida de la batería y, si la diferencia de precio con la original no es muy grande, puede ser una buena opción.
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Qué tener en cuenta al sustituir la batería del coche

Es posible que tu coche cuente con un dispositivo de monitorización de batería (especialmente, si se trata de un coche moderno con Stop&Start). La función de este aparato es controlar el estado de carga y la salud de la batería, registrándolos en el tiempo.

Esta información se utiliza para evitar emplear el Stop&Start en aquellas situaciones en las que va a suponer un esfuerzo tan grande para la batería que puede deteriorarla. Esto puede pasar si se utiliza el sistema Stop&Start durante un número anormal de ocasiones consecutivas o en un periodo muy corto de tiempo. Este sistema también detecta la degradación de la batería, y es capaz de anticipar la necesidad de su sustitución.

Que tu coche cuente con este sistema no supone un problema de cara a sustituir una batería ‘muerta’… pero tendrás que acudir a un taller para que ‘reprogramen’ el sistema (básicamente, para que informen al coche de que has puesto una batería nueva, así como de su amperaje, capacidad y tecnología. De esta manera, el sistema podrá volver a administrar continuamente el sistema Stop&Start… y, si no lo haces, es posible que el Stop&Start no funcione, o que lo haga con menos frecuencia de la debida).

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Cómo alargar la vida de la batería

La batería es un dispositivo electroquímico. Eso significa que, en su interior, se produce una reacción química que genera electricidad. En concreto, durante la descarga de la batería, se disuelve plomo y se genera dióxido de plomo. Durante la carga, la reacción se invierte, y el plomo vuelve a regenerarse. En teoría, esta reacción podría ocurrir durante un número infinito de ciclos. Sin embargo, en la práctica, cada ciclo que carga y descarga genera imperfecciones que producen un fenómeno llamado degradación y que se traduce en que reducciones en la cantidad de energía almacenada, la potencia máxima que puede entregar la batería o la tensión a la que puede funcionar. Cuando cualquiera de estos parámetros cae por debajo de cierto nivel, se produce el fallo, y el coche no arranca.

Aunque es imposible evitar la degradación por completo, si hay algunas prácticas que pueden prevenirla. Por ejemplo:

  • Evita las descargas profundas: Descargar mucho la batería es uno de los procesos que más la degradan. Una descarga profunda se produce cuando se deja que la batería se descargue casi por completo. Esto puede ocurrir si el coche no se mueve durante mucho tiempo, porque todas las baterías tienen un pequeño proceso de autodescarga. La solución es arrancar el coche cada poco (al menos, una vez a la semana), dejándolo en marcha unos minutos para que la batería recupere su nivel de carga normal. Alternativamente, puedes emplear un mantenedor de batería… que se conecta a la red eléctrica y mantiene su voltaje en unos impecables 13,4 voltios. Por ejemplo, este es el más vendido de Amazon.
  • Evita las temperaturas extremas: Tanto funcionar como estar almacenada a alta temperatura son factores que aceleran la degradación de la batería… y la explicación puedes encontrarla en este artículo. La vida media de una batería que vive a la intemperie no suele superar los 4 años, mientras que este valor se puede duplicar si el coche pasa el año aparcado en un garaje y con temperaturas suaves. Los arranques a baja temperatura también aceleran la degradación de la batería, porque demandan más potencia de lo habitual y lo hacen cuando la batería no se encuentra en condiciones óptimas de hacerlo.
  • Limita el número de arranques: El arranque es el proceso que más debilita a la batería: dura muy poco, pero requiere una intensidad de descarga realmente brutal. Si tu coche tiene algún tipo de avería que te obliga a realizar arranques prologados o varios intentos de arranque… no esperes que tu batería dure muchos años.
  • Monta la batería correcta: Como cada arranque lleva la batería al límite, si montas una de menor capacidad, de menor amperaje o del tipo incorrecto… tendrás todas las papeletas para cambiarla en poco tiempo.