Mercedes se ha adentrado en el segmento de los pick up con un producto que ofrece acabados de máxima calidad y una dinámica precisa y confortable, que llegan al albur de los cambios de legislación en España que equiparan el límite de velocidad de los pick up con el de los turismos. El Clase X se ofrece con tres opciones de equipamiento, motores de cuatro y seis cilindros, tracción trasera y tracción integral acoplable o permanente, cambio manual de seis marchas o automático de siete. A esto se añade un extensísimo equipamiento y un variado programa de accesorios que permiten una amplia personalización. Y todo un abanico en sistemas electrónicos de conducción inhabituales en esta categoría.
La base de partida de este pick up e 5,34 m de largo es la versión europea del Nissan Navara NP300 (D23) con carrocería de doble cabina. Sobre esta excelente base, Mercedes ha realizado una profunda revisión de todos los componentes, conservando finalmente solo aquellos que consideraba adecuados y reemplazando otros.
El Clase X por fuera
Respecto al Nissan NP300 Navara se han reemplazado los gruposa ópticos y la parrilla frontal, además de las cuatro aletas, el capó, el portón trasero, la caja de carga y los parachoques, conservándose únicamente la estampación de las puertas y el techo, que incluye los pilares del parabrisas y de la luna trasera.
Estos cambios obedecen, además de diferenciar estéticametne el producto, permiten una mayor anchura respecto al Navara y ortos rivales, como, como los Mitsubishi L200 y Fiat Fullback. El único pick up con ejes más anchos que el Clase X es el Volkswagen Amarok. Otra diferencia re specto al Nissan es la colocación de la boca de llenado del depósito de combustible en el lado derecho, para distribuir el peso en vacío de forma más equilibrada, teniendo en cuenta que el conductor se sitúa en el lado opuesto.
La caja de carga ofrece 8,5 centímetros extra respecto al Navara entre los pasos de rueda, una consecuencia más de las vías ensanchadas del Clase X. Como el modelo japonés, puede disponer de argollas de fijación de la carga y una toma de corriente de 12 voltios.
El interior del Clase X
El salpicadero, la consola central, los guarnecidos de las puertas y los asientos delanteros son específicos, respecto al Nissan Navara. Desde el primer momento, resulta fácil encontrar una postura cómoda al volante, y los los mandos son los empleados por el resto de modelos de la marca alemana. No obstante, algunos componentes como el mando de la caja tránsfer o la palanca del cambio automático vienen impuestos por el diseño original de Nissan.
Las plazas traseras son muy similares a las del NP300 Navara. El espacio a lo ancho es suficiente; a lo largo puede resultar algo escaso para personas altas, las puertas son algo pequeñas, y el mullido del respaldo, muy fino y algo duro, aunque sin resultar un vehículo incómodo, especialmente si lo comparamos con su competencia, penalizada mayoritariamente por la suspensión trasera mediante ballestas.
Mercedes ofrece tres niveles de acabado diferentes (Pure, Progressive o Power, de menor a mayor) y, como es habitual en la marca, una larga lista de elementos opcionales. Entre los elementos que incluye el Clase X, encontramos el asistente de frenado activo, el detector de cambio de carril y el asistente para señales de tráfico. A los que habría que sumar el programa de estabilización de remolques, de control de la presión de los neumáticos, el control de velociodad Tempomat, faros LED… Como opción, se ofrece la cámara trasera y periférica de 360º.
Las novedades tecnológicas del Clase X
El principal salto cualitativo del Clase X respecto a la inmensa mayoría de sus rivales es la supresión de las ballestas traseras, lo cual le acerca a un turismo en materia de confort y comportamiento. El desarrollo de la suspensión es de Nissan que ya lo incorporó en algunas versiones del Navara, pero Mercedes ha decidido emplear sus propios componentes (muelles y amortiguadores). Opcionalmente, se puede incorporar una suspensión que aporta dos centímetros extra de altura de la carrocería al suelo.
La incorporación de muelles en el eje trasero, en lugar de ballestas, hace que desaparezcan los rebotes y el desencuentro con los muelles delanteros y se mantiene una mayor independencia de las ruedas y mejora notablemente el guiado transversal del eje, lo que permite montar una dirección mucho más rápida y precisa. Además, frente a la creencia popular, su capacidad de carga no se ve resentida (supera la tonelada), y sus propiedades elásticas se mantienen menos alteradas con el paso del tiempo.
La oferta de motores en su lanzamiento consta de un diésel de 2,3 litros con dos niveles de potencia, con 163 y 190 CV. Ambos disponibles con tracción trasera y con tracción integral acoplable. En gasolina, llegará una variante de 165 CV de tracción trasera y, a mediados de 2018, un diésel V6 de elevado par y 258 CV con tracción integral permanente 4Matic y con el cambio automático de siete marchas 7G-Tronic Plus.
La tracción integral acoplable 4Matic está disponible para los modelos diésel X 220 d y X 250 d 4Matic. Dispone de un mando para acoplar y desacoplar por vía eléctrica la tracción del eje delantero. A partir de mediados de 2018, el pick up de Mercedes-Benz estará disponible con tracción integral permanente, en combinación con el motor de seis cilindros. Ambas opciones 4Matic se ayudan de la desmultiplicación «Low-Range» y de opción de bloqueo de diferencial trasero. También disponen de ayuda para descender pendientes DSR (Downhill Speed Regulation).
En un primer momento el Clase X monta el mismo motor 2.3 de 190 CV que equipa el NP300 Navara, asociada también al cambio automático de siete velocidades de Nissan/Infiniti. Se trata de un propulsor muy generoso, especialmente en las inmediaciones del ralentí, si bien hemos notado que en esta versión Euro 6 no resulta tan brillante como cuando fue lanzado en el Navara (Euro 5). El cambio no es demasiado rápido, pero sí resulta muy suave, y permite disponer de un desarrollo final desahogado (unos 54 km/h cada 1.000 r.p.m.).
Así va el Mercedes Clase X
El comportamiento en carretera es bueno, con un tarado muy confortable. Fuera del asfalto, también resulta brillante, si bien sería deseable contar con un mayor ángulo de giro de las ruedas para mejorar la maniobrabilidad, que es su talón de Aquiles, algo en lo que la enorme batalla de 3,150 metros tampoco ayuda. La articulación de su eje trasero resulta sorprendente, y cuesta encontrar un cruce de puentes lo suficientemente amplio como para que necesitemos conectar el bloqueo del diferencial trasero.
En puertos de montaña y carreteras tortuosas, podemos llegar a notar cómo los excesos de gas se traducen en pérdidas de motricidad que rápidamente son corregidas por el control de tracción, lo que nos hace echar de menos un sistema de tracción total permanente. Este llegará a mediados de 2018, asociado al motor 3.0 V6 de 258 CV y 550 Nm y al cambio 7G-Tronic, lo que convertirá al X 350d en el pick up más avanzado tecnológicamente del mercado.
Versión recomendada por Autofácil: 250 d 4Matic Progressive
Motor | 4 cilindros, 2.299 cc |
Potencia máx. | 190 CV (116 kW) a 3.750 rpm |
Par máximo | 450 Nm a 1.500-2.500 rpm |
Cambio | Manual de 6 vel o aut., de 7 velocidades |
Tracción | Trasera con conexión manual de tren delantero |
Suspensión del./tras. | Indep. de paralelogramo deformable, muelles y amortiguadores /eje rígido con muelles y amortiguadores. |
Dimensiones | 5.340/ 1.920/ 1.819 mm |
Peso | 2.234 kg |
Neumáticos | 255/60 R18 |
Velocidad máx. | 176 km/h |
0-100 km/h | 11,8 s |
Consumo (U/EU/C) | 9,6/6,9/7,9 L/100 km |