Mercedes GLA 200 CDI

La familia de la Clase A también ha sucumbido a esa discutible moda de aumentar la altura y el precio de un coche para ofrecer algo parecido a un 4x4. Le llaman GLA.


Nunca digas nunca jamás. Justamente por eso no voy a decir que nunca, jamás, ni borracho como una cuba, ni en cien millones de años y ni aunque fuese el único tipo de coche que existiese sobre la faz de la tierra, me compraría un SUV.

Debo reconocer que esa sensación de disgusto es todavía mayor hoy; el último Mercedes que probé fue un A45 AMG y, ahora, en el lugar donde dejamos siempre las llaves de los coches de pruebas de la redacción, la única con una estrella plateada que encuentro es la de un GLA 200 CDI de 136 CV y tracción delantera –¿para qué 4×4? Total, la inmensa mayoría quienes se compran este tipo de vehículo no van a pisar el campo en su vida con el coche–.

Técnica ¿para campo?

Sólo tres versiones del GLA se comercializan con tracción total: el 250 gasolina –45.500€–, el 220 CDI –39.400€–, y el 45 AMG –64.900€–. Los dos primeros tienen 15 mm más de altura libre respecto al suelo que un GLA 4×2, y ofrecen un pack Off Road por 346€ que eleva la altura libre en 15 mm más -así, alcanzan los 16 cm en total-. Por su parte, el sistema de tracción sólo envía par al eje trasero si las ruedas delanteras patinan, pero actúa con bastante eficacia. Además, hay un sistema de control de descenso en pedientes de serie. Con todo, el GLA se convierte en un modelo que puede transitar por caminos en mal estado.

Cuando llego al garaje, lo que me encuentro es un sucedáneo de Clase A que, comparado con un Audi Q3 o un BMW X1 –dos de sus principales rivales–, no tiene tanta pinta de todo camino. Esto se debe principalmente a que es más bajito –1,49 m, sólo 6 cm más que un Clase A– que ellos, y el toque deportivo de sus paragolpes también le hace parecer más indicado para el asfalto. La cosa empieza a mejorar…

El salpicadero del GLA mantiene el diseño del Clase A, destacando la pantalla central –de serie– y las tres salidas de aire centrales redondeadas. Tiene un maletero de 421 litros.

Por dentro, tampoco aprecio grandes diferencias respecto al Clase A en cuanto a diseño o calidad –que, aunque no es mala, podría ser algo mejor para ser un Mercedes–, y la postura al volante es parecida. Puedo ir sentado bastante bajito, sin esa sensación de ir conduciendo en una posición demasiado elevada para poder ver el morro del coche constantemente… o para mirar por encima del hombro al resto de conductores.

Me pongo en marcha. El motor 2.2 diesel sigue sonando y vibrando demasiado si lo comparamos con un 2.0 TDI, pero empuja con progresividad y parece tener potencia suficiente para mover los 1.430 kilos de peso con facilidad.

En cuanto al chasis, las diferencias de comportamiento respecto a las de un Clase A no son demasiadas.

Es más, hasta diría que no han empeorado sustancialmente. Al menos, en ciudad o en autopista la dirección se muestra igual de precisa, la suspensión filtra las irregularidades del asfalto con una mayor suavidad y la carrocería no parece balancear mucho más. Conduzco hasta una carreterea secundaria revirada pero con buen asfalto.

El GLA continúa mostrando una nobleza de reacciones comparable a la del A, y hay que empezar a ir muy deprisa para comprobar que es un poco menos ágil. No está mal, aunque no deja de ser un SUV. Así que me dirijo hacia otro tramo de trazado parecido… pero más bacheado y con algo de gravilla. El GLA sigue mostrándose bastante ágil, y permite enlazar todas las curvas con mucha precisión.

Quien dijo aquella frase de nunca digas nunca jamás igual tenía algo de razón; después de probar un GLA, igual ya no me importaría tanto tener uno. Eso sí, antes deberían desaparecer todos los GTI, RS, ST, R, S, Sport, M, AMG, Cupra… de la faz de la tierra.

Mercedes GLA 200 CDI

Precio: 41.420 e Motor: 2.0, 4 cil. en línea; 136 CV de 3.400-4.000 rpm; 300 Nm de 1.400-3.000 rpm. Cambio: Manual de seis velocidades. Tracción: Delantera. Prestaciones: 0 a 100 km/h en 10 seg.; vel. máx.: 205 km/h. Consumo: 4,3 l/100 km. Peso: 1.430 kg.
Valoración *****
LO MEJOR Y LO PEOR
+ Va casi tan bien como el Clase A; no es un SUV más.
– Cuesta 5.100€ más que un Clase A equivalente.

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