El nombre Mitsubishi Colt no es nuevo en la historia de la marca japonesa. Desde que Mitsubishi utilizó por primera vez esta denominación en 1962, el Colt ha pasado por numerosas evoluciones, adaptándose a los cambios y demandas del mercado.
Sin embargo, fue en 1978 cuando el Mitsubishi Colt hizo su debut en Europa, logrando vender más de 1,2 millones de unidades a lo largo de seis generaciones. Este éxito consolidó al Colt como un vehículo de referencia en el segmento de los compactos.
Tras una pausa en su comercialización en 2012, el Colt regresó en 2023 con una propuesta renovada. Mitsubishi logró este retorno gracias a un acuerdo con Renault, del cual también se ha beneficiado el modelo ASX. Esta alianza ha permitido que el Mitsubishi Colt esté basado en la arquitectura del Renault Clio 2024, aunque con una parrilla y emblemas distintivos que le dan su propio carácter.
A partir de septiembre, la red de concesionarios de Mitsubishi en España se prepara para recibir una importante novedad: la incorporación del nuevo Mitsubishi Colt GLP a su gama de vehículos.
Este modelo, que llega en su séptima generación, aporta una solución eficiente, económica y adaptada a las necesidades de los aventureros urbanos. Con un diseño inteligente y un completo equipamiento de serie, el Mitsubishi Colt GLP se presenta como una opción atractiva para quienes buscan un vehículo respetuoso con el medio ambiente y que permita ahorrar a la hora de repostar.
Así es la nueva gama GLP del Mitsubishi Colt
El nuevo Mitsubishi Colt GLP cuenta con un motor MPI-T turboalimentado de tres cilindros y 1,0 litros. Esta motorización, que en su versión de gasolina ofrece 67 kW (90 CV) y 160 Nm de par, ve un aumento de su potencia hasta los 100 CV y 170 Nm de par máximo en la versión GLP. Este incremento en la potencia, junto con la inclusión de un cambio manual de seis velocidades, garantiza un rendimiento ágil y eficiente, ideal para el tráfico urbano y desplazamientos interurbanos.
Una de las principales ventajas del Colt GLP es su doble depósito de carburante, que le permite utilizar tanto gasolina como gas licuado de petróleo (GLP). Esto se traduce en una autonomía superior a los 1.000 kilómetros sin necesidad de repostar, lo que lo convierte en una opción sumamente práctica para quienes realizan largos desplazamientos o quieren evitar paradas frecuentes en la estación de servicio.
Además de la versión GLP, el Mitsubishi Colt estará disponible en otras dos motorizaciones: el 100 MPI, con un motor atmosférico de 1,0 litros y 65 CV, y el 160 HEV, una versión híbrida no enchufable que ofrece 145 CV y también cuenta con la etiqueta ECO. Estas motorizaciones cubren un amplio espectro de necesidades, desde el uso principalmente urbano hasta opciones más polivalentes que combinan eficiencia y rendimiento.
En cuanto a los acabados, el Mitsubishi Colt se ofrece en cuatro versiones: Spirit, Motion, Kaiteki y Kaiteki+. Dependiendo del acabado elegido, los clientes podrán disfrutar de llantas de 15, 16 o 17 pulgadas, un cuadro de mandos tradicional o digital de 10 pulgadas, y una pantalla central de 7 o 9,3 pulgadas, compatible con Android Auto y Apple CarPlay.
Ventajas y desventajas del GLP
El uso de GLP no solo se traduce en un ahorro significativo en el coste por kilómetro recorrido, sino que también permite que el Mitsubishi Colt GLP obtenga la etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Este distintivo es especialmente relevante en las grandes ciudades españolas, donde los vehículos con etiqueta ECO pueden beneficiarse de importantes descuentos en zonas de aparcamiento regulado, así como de acceso garantizado a áreas restringidas en episodios de alta contaminación.
El coste adicional de la versión GLP del Mitsubishi Colt es de tan solo 800 euros sobre el precio de la versión de gasolina, lo que sitúa su precio final en 17.200 euros, con descuentos y campañas de financiación incluidos. Este precio competitivo, junto con las ventajas fiscales y de movilidad que ofrece, posiciona al Colt GLP como una opción muy atractiva en el mercado de los compactos.
A pesar de sus numerosas ventajas, el GLP presenta algunos inconvenientes en el mercado español. Uno de los principales es la menor diferencia de precio entre el GLP y la gasolina en comparación con años anteriores. Aunque sigue siendo más barato, el ahorro por litro se ha reducido, lo que significa que el consumo de GLP puede ser ligeramente mayor en comparación con la gasolina, y el tiempo necesario para amortizar la inversión inicial puede ser más largo. Además, el número de estaciones de servicio que ofrecen GLP en España es limitado.
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