Japón, Europa y Reino Unido, los pioneros en legislación

Los coches autónomos, una realidad para 2023

Enrique Espinós
Enrique Espinós
Un informe de la empresa IDTechEx señala que, aunque los primeros modelos con conducción autónoma de nivel 3 ya están la venta (un Honda, y sólo en Japón), esta tecnología se implantará de forma masiva a partir de 2023. Y, para 2024, podrían igualar o superar los niveles de seguridad de un conductor humano.

La conducción autónoma es una realidad casi casi inmediata. Y es que si para 2022 está previsto el funcionamiento en pruebas de la primera flota de taxis autónomos en Múnich; esta tecnología está preparada para llegar a los vehículos particulares.

Tanto es así que, el pasado mes de marzo, Honda puso a la venta en Japón el primer coche con conducción autónoma de nivel 3, una versión específica del Honda Legend EX, del que ha fabricado apenas 100 unidades. Además, para finales de 2022, Mercedes ya ha anunciado que el nuevo Mercedes Clase S, también contará con este sistema de conducción autónoma de nivel 3.

¿Y qué supone este nivel 3 de conducción autónoma? Que el conductor podrá dejar el control del vehículo al propio coche en circunstancias muy determinadas (por ej., en autopista), pero debe estar preparado en todo momento para volver a hacerse cargo de la misma, aunque el vehículo le avisará con suficiente antelación cuando esto sea necesario. A nivel legal, ese es un punto clave, ya que el conductor no tendrá la responsabilidad, que pasará a ser del fabricante del vehículo; cuando este conduzca sólo.

Estos son los niveles de conducción autónoma y así dejarás de conducir

Pero esta tecnología despegará realmente y se empezará a generalizar en 2023. Así lo asegura el estudio “Coches autónomos, robotaxis y sensores 2022-2042” , de la consultora tecnológica IDTechEx, que señala que, para ese año, los distintos proyectos de circulación en pruebas pasarán de realizarse en ciudades concretas para extenderse a nivel nacional en cada país y generalizarse. Es más, el informe para 2024 estos vehículos ya ofrecerían el mismo nivel de seguridad que un conductor medio. Y es que uno de los grandes problemas para la introducción de estos vehículos, la falta de legislación específica para este tipo de conducción, poco a poco se va aclarando.

Honda Legend coche autonomo

La normativa, avanzando en Europa, Japón y Reino Unido

De hecho, este estudio señala que la normativa en varios países podría estar lista a finales de este mismo año o para 2022. En concreto, el informe señala como pioneros a países como Alemania, que marcará la tendencia en Europa; Japón y Reino Unido, que siguen los dictados propuestos por la UNECE, la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa.

Este organismo ha aprobado el uso de la asistencia de mantenimiento de carril automatizado durante la circulación, lo que supone que los conductores podrían desentenderse de conducir bajo ciertas condiciones:

  • 1-.Cuando la velocidad del vehículo sea inferior a 60 km.
  • 2.- En vías donde no se permitan peatones (autopistas y autovías).
  • 3.- Cuando el conductor reciba una advertencia 10 segundos antes de que sea necesario que vuelva a tomar el control del vehículo.
  • 4.- Cuando el vehículo incluya un sistema de reconocimiento de la capacidad del conductor (por ej., un sistema que alerte de si está sujetando el volante o no).

Así, para 2022, está previsto que Alemania y Reino Unido permitan ya legalmente este tipo de conducción, mientras que Francia ya ha anunciado que introducirá cambios en su normativa para permitirla. Pero el verdadero precursor ha sido Japón, que permite esta conducción desde comienzos de 2021, de ahí el lanzamiento del Honda Legend EX.

¿Dejaremos de conducir en 2050?

Con el problema de la normativa resuelto, el estudio de IDTechEx pronostica que, para 2046, estos vehículos autónomos podrían satisfacer la demanda total de movilidad. Y que, para 2050, podrían llegar a sufrir ¡menos de un accidente anual! Debido a esa conclusión, el citado informe se atreve a predecir que, ese mismo año, muchos países llegarían a prohibir la conducción humana en vías públicas… de forma que esta no interfiera con la conducción autónoma y evitar así accidentes y lesiones.