Como ya hemos contado en otras ocasiones, la contaminación es uno de los grandes problemas a los que se enfrentan las grandes ciudades de Europa y son muchas las que ya están tomando medidas para mejorar la calidad de su aire. Casi todas las medidas van encaminadas a una reducción progresiva del tráfico rodado mediante la prohibición de circular a los vehículos más contaminantes que, generalmente, son los modelos diésel. La última ciudad en pronunciarse ha sido Munich (Alemania).
La ciudad alemana de Munich está considerando de forma seria, la posibilidad de prohibir la circulación a los coches con motores diésel más antiguos por el centro de la ciudad. Sería el primer paso de una serie de acciones cuyo objetivo final es el de sacar de la circulación de forma definitiva a todos los coches propulsados por diésel.
La decisión de Munich se está tomando a raíz de de la presencia de óxido de nitrógeno, el principal residuo que generan estos motores, en la atmósfera de la ciudad. De hecho, Munich ya registró niveles muy altos de óxido de nitrógeno y fue multada por esta causa. Si todo sigue adelante, los planes del Ayuntamiento es el de permitir circular solo a los autobuses, taxis y los coches que cumplan con la normativa Euro 6.
Cabe recordar que hace unos meses, el Bundesrat, Consejo Federal alemán, aprobó una resolución para prohibir los vehículos de gasolina y diésel a partir de 2030 no sólo en Alemania, sino que pretende llevar esta ley a toda la Unión Europea. La prohibición se refiere estrictamente a los coches nuevos, por lo que los propietarios de vehículos equipados con un motor gasolina o diésel vendido antes de esa fecha marcada para la prohibición, aún podrían conducir sus vehículos.
París, Londres, Madrid, Barcelona, Sttutgart, Oslo o Nueva Delhi… Son otras de las ciudades del mundo que se han posicionado ya contra los coches diésel y han comenzado a tomar medidas en una búsqueda casi desesperada por acabar con la contaminación.
