El Nissan Juke es uno de esos pocos coches que no deja indiferente a nadie. O te encanta, o lo odias: desde su llegada en 2010 no ha pasado desapercibido. Precisamente eso es lo que le hace mantener un diseño fresco y actual, por lo que no esperábamos un sustituto generacional hasta, como mínimo, 2018.
Pero Nissan ha confirmado recientemente que el cambio del Juke está previsto para 2016, año en el que se presentará, llegando a los concesionarios uno más tarde. De hecho, se sabe que el coste de la inversión que la marca hará en las líneas de producción y la calidad de fabricación de la planta de Sunderland será algo mayor a 135 millones de euros.
Así, los cerca de 34.000 empleos actuales de esta fábrica, de la que salen anualmente unas 500.000 unidades –todas salvo las de tracción total- están garantizados al menos hasta 2020. No obstante, la inyección económica no beneficiará solamente a Reino Unido, ya que el Centro Técnico de Nissan en España –NTCE- calibrará los motores.
El nuevo Juke estrenará por tanto la nueva plataforma de la alianza Renault-Nissan, nombrada CMF-B, y vendrá acompañado por un aumento de la calidad de materiales, algo desfasada en la versión actual. La decisión parece haber sido consensuada debido a la corriente de vehículos del segmento B-SUV que han salido o saldrán próximamente al mercado, impidiendo de esta forma el hundimiento de uno de sus precursores.