A lo largo de los últimos meses, BMW ha renovado prácticamente toda su gama todocamino y, en lo que llevamos de 2018, ha estrenado los BMW X2 y X4, pero estamos a mediados de año y el cupo de lanzamientos no está cumpleto. A falta de conocer el que se convertirá en el buque insignia de la gama X, el BMW X7, la marca bávara acaba de presentar la cuarta generación del BMW X5, el modelo con el que empezó todo allá por 1999.
Casi dos décadas después del lanzamiento del primer BMW X5, el SUV alemán es más grande que nunca, puesto que crece a lo largo, ancho y alto para alcanzar 4,92 m de longitud, 2,00 m de anchura y 1,74 m de altura. Su distancia entre ejes también es 4 cm más larga, por lo que ofrece más espacio para los pasajeros -sobre todo detrás- y el maletero, al que se accede a través de un portón trasero de dos secciones, crece hasta los 645 litros, si bien, con el respaldo del asiento trasero abatido, el volumen aumenta hasta los 1.860 litros. De igual manera que su predecesor, ofrecerá en opción una tercera fila de asientos con capacidad para dos pasajeros.
BMW X5 2019, así es por fuera
A nivel de diseño, sus líneas son más agresivas que las del modelo anterior y adelantan el aspecto que mostrará el futuro BMW X7. Destaca la enorme parrilla delantera con los característicos dos riñones de la marca muy cerca de los faros con tecnología led -opcionalmente podrán ser de láser adaptativos-, pero también llama la atención la marcada línea lateral que desemboca en los pilotos traseros tridimensionales, también de tipo led. Como viene siendo habitual, las variantes xLine y M Sport lucirán detalles estéticos específicos y podrán contar con llantas de hasta 22 pulgadas. Las opciones de personalización vendrán dadas, como siempre, por BMW Individual.
BMW X5 2019, así es por dentro
En el interior, la disposición de los mandos y el diseño son los típicos de BMW, con la consola central orientada hacia el conductor, una pantalla táctil de 12,3″ ubicada en el centro del salpicadero y el característico mando iDrive situado a pocos centímetros de la palanca de cambios. Para el cuadro de mandos, BMW ha elegido la nueva instrumentación digital personalizable BMW Live Cockpit Professional, mientras que el Head Up Display proyecta gráficos en 3D sobre una superficie más grande.
En cuestión de calidad y acabados, también da un paso adelante y prácticamente todos los materiales empleados son de madera, aluminio y cuero. No falta la iluminación ambiental a través de led, aunque lo más destacado es el equipo de sonido envolvente firmado por el especialista británico Bower & Wilkins. En cualquier caso, el equipamiento es muy completo e incluye los elementos habituales de este segmento, como los asientos con ajustes eléctricos y climatización, el techo panorámico, los posavasos refrigerados y calefactados o el sistema profesional de entretenimiento para el asiento trasero con pantalla táctil de 10,2 pulgadas.
Más dinamismo dentro y fuera del asfalto
En el plano técnico, hay novedades importantes, como la suspensión neumática de doble eje, la dirección activa integral y el paquete Off-Road, que mejora las capacidades todoterreno del conjunto. De serie, cuenta con amortiguadores controlados electrónicamente, aunque opcionalmente podrá montar la suspensión adaptativa M o la citada suspensión neumática de doble eje, con la que se podrá variar la altura de la carrocería hasta en 8 cm. De igual manera que el nuevo Audi Q8, el eje trasero del BMW X5 podrá ser direccional, contribuyendo así a mejorar la maniobrabilidad a bajas velocidades y aumentando el dinamismo en carretera.
Como no podía ser de otra manera, cuenta con lo último en materia de asistencia a la conducción, incluyendo el control de crucero activo con función de parada y arranque, la alerta de cambio de carril o el Driving Assistant Professional que asiste en la dirección y en la trayectoria. A través de la llave inteligente de BMW, el BMW X5 podrá aparcar de forma autónoma bajo la supervisión del conductor y, de la misma forma, será capaz de abandonar la plaza de aparcamiento.
BMW X5, así es su gama mecánica
La oferta mecánica estará compuesta, inicialmente, por tres motores de seis cilindros en línea. Todos ellos estarán asociados a una caja de cambios automática Steptronic de ocho velocidades, se combinará con la tracción total y cumplirán con la normativa de emisiones EU6d-TEMP. La versión de acceso vendrá dada por el diésel BMW X5 xDrive30d, que tendrá 265 CV y un par máximo de 620 Nm. Por encima, encontraremos el BMW X5 xDrive40i de gasolina, con 340 CV un par máximo de 450 Nm, y el tope de gama será el BMW X5 M50d que, gracias a cuatro turbocompresores, entregará 400 CV y un par máximo de 760 Nm.
Más información sobre el BMW X5
El sistema de tracción integral xDrive permitirá bloquear el diferencial trasero con control electrónico y se adaptará a cada uno de los cuatro modos de conducción disponibles, que también variarán la respuesta del acelerador y ajustarán el funcionamiento de la caja de cambios, así como el del sistema DSC para conducir sobre arena, rocas, grava, nieve o asfalto.
El nuevo BMW X5 se fabricará en la planta de BMW en Spantarburg, Estados Unidos, y su lanzamiento en el mercado mundial comenzará en noviembre de 2018. En las próximas semanas conoceremos la lista de precios.