La comercialización de la cuarta generación del Renault Mégane está cada vez más cerca, como demuestra el comienzo de su producción en la fábrica que la marca del rombo posee en Palencia, instalaciones en las que también se construye el Kadjar y a la que avala la creación de más de 4 millones de unidades del exitoso compacto francés. Esta misma planta recibió recientemente mejoras para adecuarse a la elaboración de ambos modelos, que comparten la plataforma CMF y permiten una optimización de recursos mayor.
De hecho, hasta que finalice el año que viene, se esperan más inversiones en nuestro país, las cuales alcanzarían aproximadamente los 600 millones de euros. De momento, las realizadas hasta ahora han servido para modernizar los talleres de estampación, de ensamblado de carrocería y de montaje de chasis; innovando en la técnica de soldadura láser y aplicando controles de calidad propios de Mercedes.
Recordemos que además de la fábrica de Palencia, Renault posee en España otras en Valladolid, lugar de fabricación del Twizy y el Captur, y en Sevilla, dedicada únicamente a cajas de cambio. Entre todas, en los últimos 18 meses han pasado de unos 1.900 trabajadores a 4.200, volviendo a implantar el turno nocturno eliminado a finales de 2011 debido a la escasa demanda.
