Sí, es cierto. El nuevo Skoda Fabia no estrena la variante de la plataforma MQB para urbanos, y se conforma con una plataforma derivada de la PQ25 como la que emplea su antecesor… y los VW Polo y Seat Ibiza, que serán los encargados de estrenarla allá por 2016.
Lo que sí estrena el Fabia son algunos elementos que sí utiliza la MQB, como su dirección asistida eléctrica o los diferentes sistemas de seguridad que puede emplear. Y lo cierto es que, después de comprobar cómo se comporta el Fabia, el hecho de no estrenar la plataforma no supone mayor problema. El Fabia sigue con un sistema de suspensión posterior por eje torsional similar al que llevará el nuevo chasis, un tren delantero muy parecido y ha reducido el peso del conjunto del coche en torno a unos 50 kilos. El resultado es un modelo que, en curva, tiene un comportamiento bueno, a la altura de cualquiera de sus rivales, y que tan sólo puede gustar más o menos en función del tarado de los amortiguadores -habrá una suspensión deportiva en opción para quienes buscan una mayor estabilidad-.
Pese a todo, el Fabia nuevo también cuenta con una plataforma 19 mm más larga, algo que permite mejorar ligeramente la habitabilidad al tiempo que aporta una mayor estabilidad a alta velocidad. Además, las diferencias en las medidas de la carrocería –que ahora es 1 cm más corta, nueve más ancha y tres más baja- también permite modificar ligeramente el centro de gravedad del Fabia, algo que también ayuda a mejorar su comportamiento.
¿Qué podrá aportar la MQB?
Principalmente, la futura plataforma permitirá conseguir una ligera reducción de peso y, al mismo tiempo, estará diseñada para incluir mecánicas eléctricas e híbridas sin que eso suponga una pérdida considerable en espacio interior.
