Probamos el Subaru Impreza 2018

Tras más de cuatro años de ausencia en España, el Impreza retorna a la gama Subaru. Ya está a la venta asociado a un motor de gasolina 1.6 de 114 CV que se combina con un sistema de tracción total permanente y una transmisión automática de variador continuo.


La cuarta generación del Subaru Impreza no se comercializó en España, aunque sí lo hizo el modelo XV, que a grandes rasgos se trataba de una variante todo camino desarrollada a partir de dicho Impreza. En cambio, la quinta generación del Impreza sí se comercializará en España desde ya mismo, aunque sólo con carrocería de 5 puertas, no con la de 4 puertas que sí estará disponible en otros mercados. Se posiciona como una alternativa al Mazda 3, Toyota Auris, Ford Focus… pero con el extra de aportar tracción total de serie.

¿Y cómo es el nuevo Impreza? Pues lo más noticiable es que cambia por completo de concepto. Sigue siendo un compacto y conserva el motor bóxer y la tracción total, pero ya no es uno de connotaciones marcadamente deportivas, sino uno en el que se da prioridad a la seguridad, al confort y al equipamiento de serie. Así, bajo su capó descansa un modesto motor 1.6 de gasolina con 114 CV y 150 Nm que se asocia de forma obligatoria a una caja de cambio Lineartronic de variador continuo. Sus prestaciones son discretas, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 12,4 segundos y una velocidad máxima de 180 km/h. Respecto a su consumo, se cifra en 6,2 l/100 km, lo cual es algo alto en comparación con la competencia, pero hay que tener en cuenta que este aspecto se ve afectado por la tracción total y la transmisión de variador continuo.

Subaru Impreza 2018: así es por fuera

Subaru Impreza

La carrocería del Impreza de 5 puertas mide 4,46 metros de largo, 1,77 metros de ancho y 1,48 metros de alto. Por su parte, la batalla es de 2,67 metros. Su diseño es poco atrevido, con un frontal de líneas aristadas y una parte trasera en la que se ha maximizado la visibilidad para el conductor. Es un tipo de diseño funcional, equilibrado y agradable a la vista, pero lejos de los ´excesos´ innecesarios de los que abusan otros fabricantes. Esto último también se refleja en las llantas, de 16″ en el acabado Sport y de 17″ en la terminación Executive. Hay 8 colores para la carrocería, siendo el rojo gratis y los otros siete, metalizados, ligados a un sobrecoste de 550 euros.

Subaru Impreza 2018: así es por dentro

El interior del Impreza es de notable alto, con un gran espacio en la parte trasera, un maletero de 385 litros y materiales de correcta calidad. Además, una cosa que agradecemos mucho es que no se ha abusado de elementos táctiles, pues todos los botones y mandos de la consola central son físicos, a excepción de la pantalla central, que sí es táctil y que es compatible con dispositivos Android y Apple. Esto es bueno de cara a la seguridad, pues permite que el conductor se distraiga mucho menos cuando, por ejemplo, quiere variar la temperatura del climatizador o cambiar de emisora de radio. En la parte superior del salpicadero hay un display, por cuyos menús puedes manejarte a través de los mandos del volante, que reflejan información sobre el reparto de potencia y par en el sistema de tracción integral, el consumo, la temperatura del climatizador…

Subaru Impreza

En cuanto a calidad, los materiales empleados ofrecen un tacto muy agradable, tanto los plásticos blandos como los duros, y en elementos como la tapicería o la robustez de los botones se observa una gran durabilidad. Sí apreciamos algunos reflejos molestos en la pantalla central, pero por lo general el Impreza es un compacto que muestra una calidad de materiales algo superior a la de la media del segmento. El volante tiene un buen tacto, el cuadro de mandos ofrece una lectura impecable, y la visibilidad desde el puesto del conductor es bastante buena. Además, el Impreza viene de serie con el sistema Eyesight, una especie de ´ángel de la guarda´ que engloba distintos dispositivos de seguridad que tratan de evitar posibles accidentes, o al menos reducir sus consecuencias. Este dispositivo cuenta con alerta de cambio de carril con intervención en el volante, frenada de emergencia autónoma, control de crucero adaptativo… La única pega que le encontramos a este sistema es que es un poco más intrusivo de lo ideal, pero por fortuna es todo desconectable, a través de unos botones colocados en el plafón del techo, si quieres practicar una conducción eventualmente más dinámica.

Subaru Impeza 2018: así va

El Impreza es un compacto para conducir tranquilo. O, mejor dicho, exhibe sus mejores aptitudes cuando se practica una conducción relajada, a pesar de que su soberbio chasis tiene unas cualidades dinámicas muy buenas. Construido sobre la plataforma global SGP de Subaru, el Impreza es un compacto muy cómodo, muy fácil de conducir y que otorga una elevada confianza al conductor. No puedes esperar de él unas prestaciones impactantes, pero tampoco echarás en falta más potencia en ningún momento, pues para tener 114 CV, el motor ofrece una respuesta mucho más que aceptable. Por desgracia, el consumo se resiente con la tracción total y el cambio de variador continuo, pues el gasto medio real en el Impreza ronda los 8,2 l/100 km. No obstante, Subaru ha pensado en quien recorre muchos kilómetros al año, y por un sobrecoste de 1.750 euros ofrece la posibilidad de instalar un kit de GLP en este motor 1.6.

Subaru Impreza

Por su parte, la transmisión Lineartronic es de variador continuo, que por lo general se trata de un tipo de caja de cambio que no nos suele gustar, pero que en el Impreza ofrece un funcionamiento muy refinado. Subaru ha trabajado tanto en sus mecanismos como en su programación electrónica para que su funcionamiento se asemeje al de una caja de convertidor de par, y lo cierto es que el resultado se puede calificar de muy bueno. La transmisión Lineartronic ofrece seis velocidades prefijadas, por lo que al volante obtienes la sensación de que cambia de marchas (aunque, en realidad, una transmisión de variador continuo no lo hace) y aprecias un mayor empuje cuando recurres al acelerador. Ciertamente, para una conducción normal, la caja Lineartronic es suave, refinada y tremendamente cómoda.

El Impreza, como decíamos, maximiza el confort para sus ocupantes por delante de las sensaciones al volante. No hay modos de conducción, ni suspensión adaptativa, pero la dirección tiene un muy buen tacto, es informativa, y el chasis se siente muy ponderado. La motricidad del coche incluso sobre asfalto deslizante es excelente. Es en general un compacto agradable de conducir y que, con su promoción de lanzamiento, se ofrece a muy buen precio: 20.400 euros para el acabado Sport, cifra que asciende a 23.200 euros si nos referimos al más equipado acabado Executive.

  • Lo mejor: Relación precio-equipamiento, tracción total de serie, dotación de seguridad, espacio interior, confort de marcha.
  • Lo peor: Gama mecánica muy reducida, consumo algo elevado.

Subaru Impreza

Versión recomendada: Subaru Impreza Sport 1.6 114 CV

Motor 4 cilindros, 1.600 cc, 4 válvulas por cilindro
Potencia 114 CV a 6.200 rpm
Par 150 Nm a 3.600 rpm
Largo / ancho / alto 4,46 m / 1,77 m / 1,48 m
Velocidad máxima 180 km/h
0-100 km/h 12,4 segundos
Consumo mixto 6,2 l/100 km
Emisiones CO2 140 g/km
Maletero 385 litros
Peso 1.358 kg
Cambio Automático de variador continuo
Tracción Total permanente

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