Fernando Alonso sorprendió a propios y extraños con una más que notable actuación en el Rally Dakar 2020. A pesar de un inicio algo complicado, el asturiano estuvo en el Top 10 en la mayoría de especiales. Una vez completada la competición más dura del planeta, Alonso ya está centrado en su próxima reto, que no es otro que las 500 Millas de Indianápolis.
Una victoria en esta prestigiosa competición le brindaría la tan ansiada Triple Corona. «El Dakar no era más que un reto personal, pero las 500 Millas es reto competitivo», comentaba en Arabia Saudí. El enfoque es diametralmente opuesto, pues aquí sí trabaja para ganar. Ya sabe lo que es estar al frente de esta carrera, aunque la experiencia no fue del todo placentera: su Honda le dejó tirado en 2017, mientras que en 2019 un mal desarrollo del coche preparado por McLaren y Carlin provocó que el ovetense no disputara la carrera al no conseguir clasificarse en la repesca.
Asimismo, la salida de Alonso como embajador de la marca con sede en Woking le ha abierto la puerta para disputar las 500 Millas de Indianápolis con el equipo Andretti Autosport, el cual tiene una dilatada experiencia en las competiciones ovales. «Estoy cerca de cerrar un acuerdo para correr con el Team Andretti», espetaba Alonso a La Gazzetta dello Sport.
Alonso en 2021
Alonso, que se quiere centrar este curso en preparar las 500 Millas de Indianápolis, no descarta volver a llamar a la puerta de competiciones como el WEC. «En la cabeza solo tengo las 500 Millas de Indianápolis. Después de mayo tendré tiempo para tomar una decisión, aunque no haya reflexionado sobre ello», continúa diciendo en el medio italiano. «En 2019 estuve atareado con el WEC, 24 Horas de Daytona, el Dakar… Este año no quiero planear nada antes de la Indy, sino pensar bien en el 2021: si quiero volver a la F1, disputar una temporada completa de la Indy, o competir con un Hypercar en el WEC. Es una decisión que aún contempla varios años de carrera», sentenció.
Hay otras competiciones en las que Alonso ha mostrado su interés como es el caso de la NASCAR. Y dado la asociación que mantiene con Toyota, si el resto de opciones no termina de cuajar, podría ser un destino totalmente factible. Aunque por el momento nos tendremos que contentar con verle pasar a más de 350 km/h por la famosa ‘Brickyard’ de Indianápolis.
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