En 2009 Porsche lanzaba al mercado una de las unidades más codiciadas de su extensa saga 911. Era el Porsche 911 Sport Classic, basado en la generación 997 del deportivo alemán. Sólo se fabricaron 250 unidades y todas ellas se quedaron en el Viejo Continente. Para muchos propietarios estadounidenses aquel fue un auténtico jarro de agua fría.
Sin embargo, Porsche Classic, el departamento de restauración de la marca con sede en Stuttgart, ha querido tener un detalle con los clientes ‘al otro lado del charco’ a través de una increíble personalización de un Porsche 911 (996) de 1998 para el Porsche Club of America (PCA). El resultado, como puedes ver en las imágenes, desemboca en un enorme parecido con el Porsche 911 Classic Club Coupé de 2009; y también en un precio de venta de 1,2 millones de dólares.
Eso es lo que se ha pagado por esta unidad tan especial en una subasta organizada por Broad Arrow, en el Porsche Experience Center de Atlanta, Estados Unidos, donde también se congregaron otros 74 lotes Porsche con motivo del 75 aniversario de la firma germana. De todos ellos, además del mencionado modelo, destacaban un 904 Carrera GTS de 1964, un 962 de 1984 y un 911 SC “Safari” Rally de 1980.
Elementos de otros Porsche 911
El coche subastado también toma elementos del 911 Sport Classic (992), que todavía era secreto en el momento del desarrollo, como la pintura exterior gris Sport metalizada y las secciones centrales de los asientos con estampado Pepita de pata de gallo. Además de la pintura exterior, el Porsche 911 Classic Club Coupe incluye detalles en color gris claro y azul, techo de doble cúpula, llantas Fuchs y un alerón trasero fijo de tipo ducktale, similar al del 911 Carrera RS 2.7 de 1972.
Hay referencias también al PCA, como es caso de la firma Club Blue presente en una gran cantidad de elementos del interior. Asimismo, los paneles de las puertas, al igual que los asientos, están tapizados en cuero y en un tejido con estampado Pepita de pata de gallo.
Mecánicamente, este Porsche 911 Sport Classic se apoya en el motor bóxer de 3.6 litros de 381 CV. Se trata de un bloque presente en la primera generación del Porsche 911 GT3. De esta misma versión también hereda el equipo de frenos y otros componentes del chasis.
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