Porsche acaba de mostrarnos su visión de futuro sobre sus próximos hiperdeportivos con el prototipo Mission X. Un prototipo que se ha mostrado aprovechando los 75 años que cumple la firma con sede en Stuttgart. Más concretamente, el 8 de junio de 1948, el 356 “Nº 1” Roadster se convirtió en el primer automóvil con el nombre de Porsche en recibir su permiso de circulación.
Así las cosas, el Porsche Mission X se nos presenta como un hypercar de 4,5 metros de longitud, junto a una batalla de 2,73 metros. Cifra que lo equipara a los Porsche Carrera GT y 918 Spyder. De hecho, para el desarrollo de este prototipo se han inspirado en los dos modelos mencionados anteriormente.
Lujo y prestaciones
A nivel de diseño, los alemanes han tenido en cuenta las prestaciones y el lujo en proporciones muy parecidas. Sus formas esculpidas combinan el lenguaje de diseño de Porsche para los próximos años y ciertos guiños a su pasado. Por ejemplo, las puertas estilo Le Mans se inspiran en el Porsche 917 que participó en la mítica prueba de resistencia. Por otro lado, los grupos ópticos delanteros cuentan con el característico gráfico de cuatro puntos de la marca, inspirado en los 906 y 908 de competición.
El Mission X también emplea una versión modernizada del escudo Porsche. Metal precioso cepillado, una estructura de panal tridimensional, un caballo heráldico renovado y un color dorado más sutil son las diferencias entre el nuevo escudo de Porsche y su antecesor inmediato.
Por su parte, el interior apuesta por una disposición de los elementos centrada en el conductor y un diseño asimétrico. Algo que podemos apreciar en los acabados de los asientos. La competición es muy importante para los germanos y lo podemos ver reflejado en los cinturones de seguridad de seis puntos, el volante abierto con varios botones y levas, así como una pantalla para el acompañante donde se pueden mostrar los tiempos por vuelta, entre otras funciones.
El Porsche Mission X quiere ser el coche eléctrico más rápido en Nürburgring
Aunque no han revelado detalles técnicos acerca del Mission X, sí sabemos que está desarrollado sobre un chasis monocasco. El objetivo de los de Stuttgart, si el prototipo se materializa en un modelo de producción, es convertirlo en el coche eléctrico más rápido en el Nürburgring-Nordschleife.
Para ello, se han fijado metas como ofrecer una relación peso/potencia de aproximadamente 1 kg por CV, alcanzar valores aerodinámicos superiores a los que podemos ver en el 911 GT3 RS actual y ofrecer un sistema de carga ultrarrápida de 900 voltios, lo que supondría duplicar el proceso de carga presente en el Taycan Turbo S.
Tomando como ejemplo el eléctrico referencia en este sentido, el Rimac Nevera, el Mission X deberá contar con varios motores eléctrico, presumiblemente uno en cada rueda, para contar con una potencia que supere los 1.000 CV y un par máximo de más de 1.000 Nm. El peso también será importante, aunque para ello ya han trabajado en una solución. Colocar las baterías detrás de los asientos para poder centrar las masas del conjunto y ofrecer un comportamiento propio de los coches con motor central.
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