Y esos planes incluyen 95 millones de euros en un nuevo centro de pruebas para sistemas de propulsión en Weissach, y una inversión de 500 millones más en la ampliación de la planta de Leipzig, donde se llevará la producción completa del Panamera. Y también se invertirán 25 millones de euros en el futuro ensamblaje de componentes para el Porsche Cayenne en las instalaciones multimarca de Osnabrück.

Ya se ha hecho la ceremonia oficial de la colocación de la primera piedra, y en ella, Oliver Blume, Responsable de Producción y Logística de Porsche AG decía: «El corazón de Porsche continuará en el futuro latiendo aquí en Zuffenhausen, y se tomará el pulso en todo el mundo a través de los inigualables motores de nuestros deportivos».
Thomas Edig, responsable de Recursos Humanos y Asuntos Sociales, hacía hincapié en la sostenibilidad y responsabilidad social de la compañía: «El principio básico sobre el que se sustenta esta inversión en puestos de trabajo para el futuro es la sostenibilidad. Esto, que ha impresionado a la DGNB, es una excelente noticia para nuestros trabajadores y refuerza la posición de Porsche como un buen empleador». Para Uwe Hück, Presidente del Comité de Empresa de Porsche AG: «Para mí éste es un sueño hecho realidad. ¡Es el motor intergaláctico que hace a Porsche único! Para desarrollar y construir estos increíbles motores necesitamos verdaderos porchistas en nuestra planta. Por eso estoy orgulloso de lo que hemos logrado juntos al invertir en una nueva fábrica de motores aquí, en Stuttgart, el lugar de nacimiento del 911. Todo lo que puedo decir es: ¡la leyenda sigue viva!».
Porsche se ha sometido, por primera vez, con la construcción de esta nueva planta al proceso de certificación de la DGNB (Asociación Alemana para la Construcción Sostenible -Deutsche Gesellschaft für nachhaltiges Bauen-) para el desarrollo de todo el Centro «Werk 4» de Zuffenhausen, que comprende más de 28 hectáreas e incluirá la nueva planta de motores. La sostenibilidad en el desarrollo se evaluó de acuerdo a 40 criterios, en los que Porsche no sólo consiguió las más altas puntuaciones en calidad ecológica, económica, técnica y de procesos, sino que también logró una nota superior a la media en el diseño como centro de trabajo.

También en la planta central de Zuffenhausen se invertirán otros 300 millones más hasta 2016. Allí se están reconvirtiendo las antiguas fábricas de cajas de cambio en talleres centrales de vehículos y en el depósito de tranvías se está montando un centro de formación. Para todo ello, Porsche AG ha comprado terrenos adyacentes a su propiedad hasta alcanzar los 600.000m2, el doble de lo que tenía anteriormente.