La pandemia, la crisis de los microchips, las guerras de Ucrania e Israel/Gaza… todos estos sucesos han provocado un aumento de los precios de una gran cantidad de productos, donde también se encuentran los coches. Y ahora también la inflación y la llegada de la normativa de emisiones Euro7. Pero estos últimos motivos no son la causa principal de la subida de precios en el sector del automóvil.
Según el informe de Transport & Environment, asociación centrada en desplegar un transporte más limpio en Europa, donde se he hecho una comparativa de precios con 2019, el motivo principal del encarecimiento de los coches tiene que ver con los fabricantes y no tanto con factores externos como la inflación o la norma Euro7. Y más concretamente, indican que la subida de precios se ha hecho notar más claramente en el segmento de coches pequeños.
Los coches pequeños son, de media, hasta 6.000 euros más caros
La mencionada asociación señala directamente a los fabricantes en su estudio, detallando que los cinco principales fabricantes de automóviles han subido los precios de sus modelos en hasta un 41 % desde 2019. En los coches pequeños, poniendo como ejemplo un Seat Ibiza, un Peugeot 208 o un Renault Twingo, el estudio revela que el precio ha subido de de media unos 6.000 euros, lo que supone un aumento de entre el 37 y el 56 % más que en 2019. En el caso de marcas premium, un Mercedes-Benz Clase A ha experimentado un incremento del precio medio del 38 %, o lo que es lo mismo, 10.000 euros más de media que en 2019.
Con los datos encima de la mesa, Transport & Environment se desmarca de que la inflación haya sido el motivo principal, ya que como refleja su estudio, el precio de los coches pequeños se ha situado por delante del propio índice inflación o del coste de las materias primas necesarias para su fabricación. En este sentido, estos aumentos hicieron que los fabricantes obtuvieran beneficios récord cifrados en 64 billones de euros.
Como decíamos al principio, la norma Euro7, que ya sabemos que traerá pruebas más exhaustivas y cuya entrada se ha prorrogado hasta al menos 2027, tendrá como consecuencia un aumento en el coste de los coches debido a que los fabricantes tendrán que implementar nuevas tecnologías para pasar las exigencias de la nueva normativa de emisiones. Sin embargo, el citado informe apunta a que las innovaciones necesarias encarecerán el precio del vehículo unos 200 euros, cifra que se queda bastante lejos de la notable subida del coste de los coches pequeños.
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