En nuestro país, Subaru no es una de las firmas más vendidas. Sin embargo, su tradición como marca fiable y que apuesta por la tracción total puede ser un interesante argumento de venta para quien busque un SUV.
A eso se une la llegada de este nuevo XV, un SUV compacto de 4,46 m. Se trata de un modelo completamente nuevo, pues cuenta con la plataforma que ya estrenó el Impreza de 2017, además de incorporar nuevas ayudas a la conducción que ya tienen sus rivales: aviso de cambio de carril, faros full led adaptativos, frenada de emergencia… Las mejoras no afectan sólo al apartado técnico, pues la calidad también ha mejorado gracias al empleo de materiales más agradables al tacto.
Más información sobre el Subaru XV
Donde el XV se ha quedado un poco fuera de juego es en aspectos esenciales como el maletero, que cuenta con unos escasos 385 litros -debido a la tracción total-, y en la gama de motores: se puede entender que prescindan del diésel -Subaru dice que sus ventas son muy bajas-, pero cuesta defender que ofrezcan sólo dos propulsores de gasolina atmosféricos con una pobre respuesta a bajas revoluciones y únicamente asociados a un mejorable cambio automático.
Agradable, pero con sus cosas…
El salpicadero tiene un diseño tradicional, con detalles modernos como la pantalla central, el ordenador en color o la consola en negro brillante que contrastan con otros mandos mucho más veteranos como los de los asientos calefactables.
Además de tener buena presencia, los materiales empleados son agradables al tacto, y los ajustes tampoco admiten crítica. La ergonomía es peculiar -por ejemplo, ¿qué hace el botón del control de carril en el techo?-, pero acabas acostumbrándote, como a los menús de la pantalla central.
Delante, la postura es buena; la visibilidad trasera, no tanto. Detrás destaca por altura y sitio para las piernas, y la anchura es algo justa para tres -lo normal, como en sus rivales-. Con 385 litros, el maletero es pequeño.
Así va
En ciudad es agradable porque el cambio y la dirección son suaves, pero el motor tiene poca respuesta salvo que se acelere a fondo; y, entonces, es brusco. En carretera es muy estable y con reacciones nobles, aunque con prestaciones justas y un cambio -automático y de siete marchas- demasiado lento.
En autopista y autovía, el XV es un coche cómodo, pero el motor es perezoso y, en repechos, obliga a acelerar mucho; esto le hace ser algo ruidoso y gastón -entre 8,5 y 9,0 l/100 de media-. Su fuerte, sin duda, es fuera de asfalto. La tración total permanente y unos recorridos de suspensión más largos de lo habitual le convierten en un SUV muy eficaz en campo; sin duda, ahí es de los mejores de su clase.
Otros detalles del Subaru XV
El XV sólo se vende con dos motores de gasolina atmosféricos de 1.6 y 2.0 litros. Ambos se ofrecen con cambio automático de siete marchas y tracción total permanente. Hay tres acabados para el 1.6 -Sport, Sport Plus y Executive- y dos para el 2.0 -Sport Plus y Executive Plus-.
Conectividad: De serie, este acabado Sport Plus del XV incluye pantalla central táctil de 8 pulgadas, Bluetooth, reconocimiento por voz, sistema Subaru StarLink para manejar aplicaciones del móvil a través de Apple CarPlay o Android Auto, dos tomas USB y otra auxiliar de tipo Jack.
Veredicto
El XV es un gran coche por chasis, precio -26.200 euros- y equipamiento. Mejoraría con más maletero y, sobre todo, con un motor más contundente y un cambio automático a la altura; o, simplemente, con un buen cambio manual.
Ficha técnica del Subaru XV 2.0i Sport Plus
| Motor | Gasolina, 4 cilindros en línea, 1.995 cc |
| Potencia | 156 CV a 6.000 rpm |
| Par | 196 Nm a 4.000 rpm |
| Largo / ancho / alto | 4,46 m / 1,80 m / 1,59 m |
| Velocidad máxima | 194 km/h |
| 0-100 km/h | 10,4 segundos |
| Consumo medio | 6,9 l/100 km |
| Tracción | A las cuatro ruedas |
| Maletero | 385 litros |
| Peso | 1.514 kg |
| Cambio | Automático, 7 velocidades |
| Depósito | 63 litros |
