El último lavado de cara sufrido por la séptima y actual generación del Volkswagen Golf, el compacto más famoso de todo el mercado, no lleva mucho tiempo entre nosotros. Sin embargo, desde Volkswagen ya tienen pensado cómo van a mejorarlo una vez ´aterrice´ en el mercado la próxima entrega de uno de sus modelos estrella, la cual se espera que sea presentada en el 2019. Concretamente, las versiones más deportivas de la gama, llamadas GTI y R. Y es que ambas variantes recibirán una dosis extra de potencia, así como un ‘régimen’ que les haga perder peso para mejorar su comportamiento.
Esta rebaja de tonelaje en la báscula oscilaría entre los 35 y los 70 kg de peso, dependiendo de la versión escogida y también del equipamiento específico de cada unidad. Además, se especula con que la revisión estética que sufrirán será mucho más acusada de lo que nos tiene acostumbrados Volkswagen, ya que la marca germana apuesta generalmente por una evolución ´silenciosa´ en la imagen de sus modelos nuevos, lo que implica que la mayoría se parecen enormemente a sus antecesores. Esto ayuda a que generaciones anterior sigan luciendo una imagen actual, pero también a que los nuevos modelos apenas cambien.
Por otro lado, tanto el Volkswagen Golf GTI como el Volkswagen Golf R seguirían manteniendo debajo del capó un propulsor de gasolina turboalimentado TSI de 2.0 litros y cuatro cilindros. No obstante, la potencia experimentaría un ´subidón´, llegando hasta los 260 CV en la versión GTI -280 CV en la variante Performance- y hasta los 350 CV en el Golf R -que también contaría con una versión más potente, de 365 CV, a la que se denominaría igualmente Performance-. Para terminar, una de las mayores incógnitas será si estos futuros Golf podrán incluir tracción a las cuatro ruedas? algo que ya hace -y de serie- el Ford Focus RS.
