Te contábamos ayer las modificaciones que han ocurrido en la familia Audi con respecto al A5, que presenta un nuevo modelo que no sólo sustituirá a la anterior generación, sino que también se come al A4 en una maniobra comercial que parece tener bastante sentido.
Bien, en la presentación del producto a la prensa pudimos probar toda la gama Audi A5 y, a nuestro modo de ver, es la versión TDI de la que vamos a hablar a continuación la que más sentido tiene. Se ofrece únicamente con 204 CV, por cierto.

¿Por qué? Pues porque consume poco y porque respecto a la de gasolina aporta un sistema de microhibridación que le coloca una etiqueta ECO en el parabrisas.
Además, su precio es de 54.350 euros, sólo 100 euros más (sí, cien) de lo que cuesta el gasolina de la misma potencia y etiqueta C y 3.300 euros más que el gasolina de 150 CV.
Prestacionalmente hablando se planta en 100 km/h desde parado en 7,7 segundos y alcanza 242 km/h. Y su consumo homologado es de 4,8 L/100 km.
El motor, mítico 2.0 TDI colocado aquí en posición longitudinal para que el modelo pueda adaptar sistemas de tracción total Torsen, empuja con fuerza desde muy abajo y a través de una caja de cambio de siete velocidades, lo cierto es que corre bastante. Y sin bajones de rendimiento, sin paréntesis en los que la caja no sepa muy bien lo que hace… Va, ciertamente, perfecto académicamente hablando.
Luego el asunto del consumo. Nuestra prueba fue a ritmo ligerito por bellísimas carreteras de la provincia de Valladolid, así que no sacamos datos representativos. Pero una corta experiencia de conducción posterior a ritmo tranquilo y en circunstancias más cotidianas nos dio un consumo de 6,0 L/100 km, buen dato.

Luego por dentro el A5 está hecho con materiales de muy alta calidad. Todo se siente bien hecho. Me sobra negro piano, qué manía todas las marcas con eso, porque se ensucia con facilidad, se quedan los dedos marcados y genera brillos incómodos.
Pero bueno, más allá de eso, no encontrarás en el A5 algo mal rematado. Más bien al contrario, parece que han dedicado horas y horas a perfeccionar terminaciones que seguramente ya habían quedado bien.

Hay además unas más que aceptables plazas traseras y 476 litros de maletero en esta carrocería Avant (445 L en la normal), cifra que no es que sea destacable pero que sí es muy provechosa porque las formas del receptáculo son muy regulares.
Para quién es este coche, a mi modo de ver. Bien, por un lado, si consideramos su faceta familiar, obviamente hay en el mercado muchas opciones más propicias sobre el papel. Sin embargo aquí pueden viajar dos adultos, dos niños y las maletas sin mayor problema. Es decir, una familia joven al uso.

Luego, aparte, lo veo como un coche muy comprable para alguien que no pretenda dar uso a las plazas traseras. Porque su silueta coupé y su conseguido diseño en los extremos de la carrocería le convierten en un caramelito a la vista.
Según mi punto de vista, el cliente que antes se fijaba en el ya desaparecido Audi A5 Coupé de dos puertas, puede encontrar un sustitutivo a considerar en el nuevo A5 de cinco puertas. Es un buen trampantojo de coupé.
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