Hubo una época en la que las berlinas eran una de las carrocerías más deseadas. Pero la imparable irrupción de los SUV’s terminó por hacerlas perder todo el protagonismo hasta tal punto que hoy día, para sobrevivir, muchas de ellas han optado por ofrecer un aspecto de berlina coupé mucho más deportivo y atractivo.
Es el caso del Audi A5 Sportback, que nació así par ser la versión coupé del Audi A4. Pero hoy, y aprovechando además que en Audi van a utilizar las nomenclaturas pares de sus modelos para los coches 100% eléctricos, la marca de los cuatro aros ha optado por ‘fundir’ el A4 de combustión y el A5 Sportback en un solo modelo, dando lugar a este Audi A5 ‘a secas’ de esta prueba.
Estamos ante un modelo de 4,82 metros de largo que, en cierta forma, prefiere asegurar un bonito diseño que una gran habitabilidad. De hecho, el maletero se ha reducido a 445 litros, y en el caso de este TDI hablamos de 417 litros. No es que sea poco, pero sí menos de lo que ofrecen sus rivales.
Además, las plazas traseras son muy amplias para dos personas, pero la zona central es incómoda para un tercero y en ningún caso se va sobrado de altura por la forma de la carrocería. Tiene su lógica, pues en ese tamaño y en precios similares ya hay otros modelos de Audi con un planteamiento más familiar, como el propio Audi A5 Avant.
El puesto de conducción es ahora más digital, y todo está comandado por la enorme pantalla central que va unida con la de la instrumentación. De hecho, en opción hasta el copiloto puede tener ante sí una enorme pantalla para manejar numerosas cosas, como la radio, el navegador… o para ver una serie.
Los botones físicos se reducen a la mínima expresión, algo que nos parece un error, y hasta la instrumentación cambia de diseño para volverse en cierta medida más minimalista, algo que tampoco nos termina de convencer. Se sigue abusando de los plásticos de tipo negro piano, un material que sólo verás limpio, y durante unos segundos, cuando estrenes el coche.
En marcha, y si empezamos por el chasis, tampoco hay grandes cambios respecto a su antecesor. Es normal, pues la plataforma sigue siendo básicamente la misma (es normal, pues la actual da un resultado sobresaliente y, si se va a apostar por la electrificación, no tiene sentido invertir en una nueva plataforma), así que nos encontramos con un coche muy fácil de conducir y con una estabilidad imperturbable.
¿Cómodo? En el caso de nuestra unidad, con la suspensión deportiva S-Line y unas considerables llantas de 19 pulgadas y perfil bajo, no demasiado. Probablemente con la suspensión de serie y las llantas de 17 pulgadas, sea un coche más adecuado para largos viajes sin notar en exceso las imperfecciones de la carretera.
En cuanto al motor, esta versión cuenta con una versión de hibridación ligera formada por el conocido bloque 2.0 TDI de cuatro cilindros, en este caso en su versión de 204 CV, unido a un motor eléctrico de 24 CV y a una batería de 1.7 kWh. Pese a su condición de híbrido ligero, es capaz de moverse en algunas situaciones de muy baja velocidad sólo con electricidad. Tiene etiqueta Eco de la DGT.
Es un motor muy bueno desde el punto de vista de la respuesta y del consumo, pero cuenta con la desventaja de tener que mover 1,9 toneladas de peso. Por eso, con 204 CV este Audi A5 se mueve muy bien, y no necesitaremos más potencia, pero tampoco tendremos la sensación de ir sobrados. Por consumo, lo normal es moverse cerca de los 6 L/100 km de media cuando vayamos por carretera a velocidad sostenida o subir hasta cerca de los 6,5 L/100 km en ciudad o subiendo puertos de montaña.
La caja de cambios es automática de siete marchas, y permite cambiar también de modo manual a través de las levas del volante. En cualquiera de los casos, funciona muy bien, y es una excelente herramienta para ayudar a aprovechar aún mejor el buen rendimiento del motor.
Nos queda por hablar del precio. El Audi A5 más barato, equipado con el motor TFSI de 150 CV, arranca en los 51.050 euros, mientras que este TDI de 204 CV comienza en los 54.350 euros. Es, sin duda alguna, un precio elevado, incluso un poco más que el de rivales como el BMW Serie 3 o el Mercedes Clase C equivalente… aunque, moviéndonos en estas cifras, poco importará que moverse en cifras de 1.000 euros arriba o abajo…
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