El Fiat 600 llegó primeramente como vehículo eléctrico pero, basado en la plataforma CMP del Grupo Stellantis, desde el primer momento hubo un proyecto de comercializarlo en versión híbrida, como así ha sido.
Ese híbrido inicialmente llegó con 100 CV de potencia y, ahora, la gama se complementa con una variante cuya programación electrónica permite desarrollar 136 CV.
En esencia lo que hay bajo el capó es lo mismo en los dos casos: un bloque 1.2 turbo de gasolina de tres cilindros que se asocia a una transmisión automática de doble embrague y seis relaciones en cuyo interior hay un motor eléctrico de 29 CV. La diferencia está en la potencia que genera el propulsor de combustión interna.

Hablamos por tanto de un sistema de microhibridación, pero muy competente porque, de hecho, es el único en su clase capaz de mover el coche en modo 100% eléctrico durante algunos metros, en maniobras como aparcar o avanzar a muy baja velocidad en ciudad o en un atasco. Y eso tiene un reflejo directo positivo en el consumo de combustible.
La carrocería del Fiat 600 mide 4,18 metros de largo, 1,78 metros de ancho y 1,52 metros de alto. Es un poco más pequeño que el Fiat 500X que ha sustituido. Estéticamente están cortados por el mismo patrón y la aplicación retro, como suele ser en Fiat, está nítidamente conseguida.
Dentro no sobra espacio, aunque tampoco es un aspecto en el que suspenda. Es, digamos, normalito. Sí destaca por tener mucho hueco de almacenaje y por conservar mandos mecánicos para muchas funciones, como por ejemplo para la climatización, lo cual yo agradezco enormemente. Ah, y el maletero es de 385 litros, ligeramente por debajo de la media del segmento.

En cuanto a calidades, de nuevo es muy normal, sin destacar con ningún tipo de detalle o refinamiento pero, al mismo tiempo, con ajustes que parecen sólidos y duraderos. No sé si me termina de convencer el módulo de botones para la transmisión. Es cierto que limpia el espacio original de la palanca o del selector tradicional, pero aún me resulta poco natural interactuar con esas teclas.
En marcha es más cómodo que ágil y la ganancia de 36 CV con respecto al otro Fiat 600 Hybrid se nota muchísimo. Tanto es así que, a no ser que practiques una conducción claramente tranquila, yo diría que merece la pena desembolsar los 1.410 euros de más que cuesta el Fiat 600 Hybrid 136.
Hablando de precios, por cierto, este Fiat 600 Hybrid sale por 24.857 euros con su acabado estándar y por 29.557 euros por la terminación La Prima, que es la que viene mejor equipada de serie.

Como decíamos, anda mucho más que el Fiat 600 Hybrid de 100 CV. Por ponerte un ejemplo, los 10,5 segundos que precisa aquel para acelerar de 0 a 100 km/h, son aquí 8,5 segundos. Y el consumo homologado es igual en ambos casos: 4,9 L/100 km.
Es justo decir que esa cifra está algo lejos de la real, que más bien se sitúa en unos 6,5 L/100 km en ciclo combinado. Pero bueno, no está mal tampoco. Y la caja de cambio, por cierto, es bastante eficiente. Exhibe una rapidez de funcionamiento normal, pero sí que destaca por ser suavecita a la hora de maniobrar.
En definitiva, el Fiat 600 es un buen SUV urbano si lo que buscas es eso. No destaca por espacio interior o por maletero, pero a cambio sí por un diseño muy vistoso y por poderse mover en modo eléctrico. No está mal…
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