Para los periodistas del motor, que una marca haga algo diferente es una bendición, porque así podemos hablar de cosas diferentes y podemos dar rienda suelta a nuestra creatividad literaria. Por eso, cuando Nissan presentó el Nissan Qashqai E-POWER hace ya algo más de un par de años, nuestras ganas por ponernos a sus mandos eran muy grandes.
En aquella ocasión, y como podéis leer en esta prueba, el resultado nos gustó. Y es que el Nissan Qashqai E-POWER, a diferencia de otros híbridos, emplea su motor de gasolina sólo como generador de electricidad, y es el motor eléctrico de 190 CV quien acciona las ruedas siempre.

La idea a priori no parecía mala, pero sí es cierto que sobre todo en carretera el sistema se mostraba menos eficiente que por ejemplo el Toyota RAV4, la referencia de su segmento en lo que a eficiencia se refiere. Eso sí, en otros aspectos como el agrado de conducción o las prestaciones, el Qashqai estaba por encima.
Como antes, el Nissan Qashqai se ofrece con tres motores, todos ellos con etiqueta Eco. Los dos primeros acuden a un motor 1.3 turbo de 140 y 158 CV asistidos por un pequeño motor eléctrico. Mientras la versión de 140 CV se ofrece sólo con tracción delantera y cambio manual, la de 158 CV es siempre automática y ofrece la posibilidad de contar también con tracción total.
La tercera versión es el Nissan Qashqai E-POWER. Esa versión tiene tracción delantera y cambio automático de una sola marcha y, como decíamos más arriba, emplea un motor eléctrico de 190 CV y 330 Nm. Su autonomía eléctrica podría dar para poco más de 2-3 km, que es lo que podría recorrer con su batería de 2,1 kWh de capacidad. Sin embargo, esta batería se va recargando continuamente gracias a un motor 1.5 Turbo de gasolina de tres cilindros y 154 CV que nunca se encarga de mover las ruedas.

Ligeros cambios
Con ocasión de este restyling, el Qashqai estrena una nueva parrilla delantera más grande y con parte de las luces integradas, así como nuevos paragolpes, llantas y gama de colores. En la parte trasera, la mayor diferencia está en los pilotos traseros, que ahora aportan un aspecto más deportivo y moderno.
En el interior hay pocas diferencias. La instrumentación sigue siendo digital, hay una gran pantalla central pero se mantienen mandos físicos para el climatizador y se respira una sensación de calidad superior a la media del segmento gracias a los materiales empleados, que en el caso de nuestra unidad contaba con tapicería de cuero e inserciones en Alcántara en las puertas y gran parte del salpicadero.

Por espacio tampoco hay cambios: detrás se viaja bien, y el Qashqai se sitúa incluso por encima de la media de su segmento. En el caso del maletero, esta versión se conforma con 479 litros de capacidad, una cifra que no es mala pero que sí se queda un poco por debajo de los datos de un Seat Ateca o un Peugeot 3008, que superan los 500 litros.
Así va el Nissan Qashqai E-POWER
En marcha, el resultado del Nissan Qashqai E-POWER sigue siendo muy bueno desde el punto de vista de la comodidad y del agrado de conducción. Cuando está en funcionamiento, el motor se escucha muy poco y además transmite muy pocas vibraciones. Es en cierta medida como estar conduciendo un coche eléctrico más que uno híbrido.


A esto se suma una suspensión especialmente cómoda, que filtra muy bien las irregularidades del asfalto y una carrocería que tampoco deja que los ruidos aerodinámicos se filtren con facilidad. En conjunto, se nota que Nissan ha puesto el resto en este apartado, y el Qashqai E-POWER se sitúa entre los mejores en estos parámetros.
Por prestaciones, y con una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,5 segundos, el Nissan Qashqai E-POWER obtiene una nota muy buena también. Cierto que el Toyota RAV4 se va hasta los 218 CV (222 CV en los 4×4) o los Hyundai Tucson y Kia Sportage alcanzan los 215 CV, pero ninguno de ellos baja de los 8 segundos en esa medida de aceleración.
¿Y por consumo? Aquí es donde notamos un poco más de diferencia respecto a sus competidores. El sistema híbrido del E-POWER consigue unos datos muy buenos en ciudad, bajando de los 6 L/100 km, similares sino mejores que los de sus rivales. Sin embargo, en carretera se muestra un poco más tragón cuanto más rápido vayamos. ¿Mucho? En nuestra prueba de consumo, nos ha costado superar los 7 L/100 km, una cifra que no se puede considerar demasiado elevada dadas las características del coche. Lo normal es que en estas circunstancias nos movamos más cerca de los 6-6,5 L/100 km que de los 7 L/100 km.


Nos falta por hablar del comportamiento. Un poco más arriba decíamos que es un coche especialmente cómodo, y está claro que está especialmente indicado para afrontar largos viajes o moverse por ciudad con comodidad. Sin embargo en carreteras de curvas este Qashqai no se comporta mal, destacando sobre todo por ofrecer unas reacciones sanas y una gran sensación de control que otra cosa.
Por precio, el Nissan Qashqai E-POWER arranca en los 36.550 euros, una cifra que no está entre los más asequibles del mercado… pero que está plenamente justificada por el agrado de conducción, la etiqueta Eco, la calidad de acabados y el equilibrio general del coche.
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