El nuevo Opel Grandland cuenta con una oferta de gama en la que hay hueco para una versión microhíbrida, otra híbrida enchufable y otra eléctrica. Y esta última puede elegirse con batería de 73 u 82 kWh de capacidad con una diferencia de 1.000 euros entre ellas.
El que tenemos aquí es el más alto de gama, el eléctrico con batería de 82 kWh. El motor tiene 213 CV de potencia y 345 Nm de par, mientras que la carrocería mide 4,65 metros de largo, 1,90 metros de ancho y 1,66 metros de alto.

Lo hemos conducido durante una semana, constatando cuáles son sus virtudes y sus defectos bajo nuestro punto de vista, los cuales te vamos a contar a continuación.
Qué nos ha gustado del Opel Grandland Electric
- Es espacioso. El habitáculo del Grandland es amplio en la parte trasera, con buenas cotas en todas las mediciones. Y el hueco que dejan las puertas al abrirse es grande.
- Maletero. Tiene 550 litros de capacidad, buen dato para un SUV eléctrico de 4,65 metros de largo.
- Diseño. Puede gustarte o no, pero no se le puede negar que el trabajo de Opel en su carrocería se traduce en un aspecto con mucha personalidad.
Qué no nos ha gustado del Opel Grandland Electric
- Consumo. No gasta poco, unos 22 kWh/100 km en uso real y ciclo combinado, aunque en su defensa hay que decir que la batería es grande (82,2 kWh netos) y que puede recargarse rápido: a 22 kW de potencia en corriente alterna y 150 kW en continua.
- Su sistema multimedia. Es poco intuitivo y no especialmente rápido. Necesitas bastante tiempo de aclimatación incluso para cosas básicas como moverte por los menús de la instrumentación (para lo cual hay que utilizar las dos palancas de la columna de dirección). Al menos, eso sí, los controles de la climatización son físicos.
- Es un poco pesado. Si te irritan los coches que pitan por todo, aquí tienes un buen ejemplo. Varios pitidos al ponerlo en marcha nadie sabe muy bien por qué, y pitidos y campanitas de confirmación casi cada vez que tocas algo.
No obstante, no es mala compra. En parte porque tiene un precio justo, que asciende a 40.150 euros con la batería de 73 kWh, la cual homologa 521 km de autonomía por carga, y a 44.490 euros con la batería de 82 kWh, que permite anunciar 582 km de autonomía.
Por supuesto, merece la pena invertir los 1.000 euros de más que cuesta el Grandland Electric 82 kWh con respecto a la versión de 73 kWh y mismo acabado GS.
Síguenos en nuestras redes X, Facebook, TikTok e Instagram, o en nuestro canal de YouTube donde te ofrecemos contenidos exclusivos. Y si te apuntas a nuestra Newsletter recibirás las noticias más destacadas del motor.